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Foto: Jorge Landín / Atlántico Diario |
Librarse de la ficha de Gonçalo Paciência es uno de los grandes objetivos del Celta para este verano, pero está costando bastante porque el portugués está jugando sus cartas, y está en todo su derecho. Fichado en el verano de 2022, firmó un contrato de tres temporadas, que finalizará de una forma u otra este verano. La única pregunta es cuánto tendrá que pagar el Celta para que se cierre la etapa del luso en Vigo.
En su momento pareció buena idea su fichaje. Sorprendió en las primeras semanas, pero todo se evaporó demasiado rápido y su rendimiento en el Celta se ajustó a lo que había ofrecido en los clubes a los que había pertenecido anteriormente. El pasado curso estuvo cedido en el Bochum, destacando por algún golazo, pero con un rendimiento bastante irregular, y mejorable. No ha sido sin duda el delantero que esperaba Luís Campos cuando apostó por él, y ahora el Celta tiene que resolver esta situación de la forma menos dolorosa posible.
Según informa hoy el diario Atlántico, el futbolista está esperando la rescisión de su contrato. Cree que tiene mercado en la Bundesliga, aunque hasta la fecha no ha llegado ningún equipo interesado en sus servicios. El Celta estaría dispuesto a dejarlo ir libre en caso de que llegara una oferta, pero nadie quiere afrontar su salario. El Celta también juega sus cartas. Mientras no se resuelve su situación no participa en los amistosos, y esta semana se entrena en Afouteza junto a Lobete y Kevin, apartado de la concentración del equipo en Inglaterra.
Las semanas van pasando y aunque al final habrá acuerdo económico para la rescisión de su contrato, el tiempo se va estrechando para encontrar acomodo en la Bundesliga, que es el único objetivo de Paciência, y quizás el pulso al Celta le salga mal. En todo caso sería un error culpar al jugador de defender el contrato que ha firmado con el club vigués y que en su momento fue aceptado por todas las partes. El mundo del fútbol es así, y hay que ser consciente de los pasos que se van dando.
Del mismo modo, el ariete portugués tendrá que ponderar si merece la pena aguantar hasta el final del mercado, o buscar cuánto antes un equipo para entrar en la dinámica y ganar ritmo de competición de cara al próximo curso. Forzar para no perder dinero a corto plazo, puede hacer que lo pierda a largo plazo, y eso es algo que también debe valorar el jugador. No es una situación fácil ni para el Celta ni para el propio Paciência. No hay buenos ni malos, hay circunstancias que deben resolver las partes. El Celta, si sale mal, solo perderá dinero. Paciência tiene más que perder.