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El Celta ha perdido en el descuento dos puntos que no merecía por su juego. Sufrió mucho en la primera mitad, pero un golazo de Javi Rodríguez puso en ventaja a los celestes, que vieron como cerca del descanso el equipo andaluz lograba la igualada. En la segunda mitad estuvo mejor el equipo celeste, y una genialidad de Swedberg permitió poner en ventaja nuevamente a los de Giráldez, que cedieron el empate en el minuto 94 gracias a un gol de Marc Bartra.
Claudio Giráldez introdujo dos cambios respecto al partido del lunes, dando entrada a Javi Rodríguez en lugar de Manquillo, y a Borja Iglesias por Douvikas. El resto del equipo era el mismo, con Guaita en portería, defensa para Javi Rodríguez, Starfelt y Marcos Alonso, con Ristic y Mingueza por los carriles, Beltrán y Sotelo en la sala de máquinas, y como jugadores más avanzados Bamba, Iago Aspas y Borja Iglesias.
Salió el Celta con muchas dudas, intentando sacar el balón desde atrás, pero muy asfixiado por la presión del Betis. Le duraba muy poco el balón a los celestes, pero a veces el fútbol tiene estas cosas, y en el minuto 13, en una acción aislada a balón parado, el Celta aprovecha un rechace para adelantarse en el marcador por medio de Javi Rodríguez, que enganchó una gran volea ante la que no pudo hacer nada Rui Silva. El gol pudo ser perfectamente anulado por fuera de juego de Starfelt.
A partir del gol el Betis aumentó su presión y su dominio ante un Celta irreconocible e incapaz de mantener la posesión de balón. En el 22 Vitor Roque tuvo una muy clara en un dispara a bocajarro, que encontró a un bien colocado Guaita.
Pese al dominio y la superioridad, al Betis le estaba costando generar ocasiones reales de peligro, más allá de la acción antes mencionada de Vitor Roque, pero en el 39 el brasileño encontró el gol tras una buena acción individual rematando al fondo de las mallas desde el punto de penalti. Con la inercia del gol, el Betis acabó mejor la primera mitad, y los jugadores se encaminaron al túnel de vestuarios con la sensación de que el empate era un tesoro para el Celta.
Tras el receso salió el equipo vigués con dos cambios. Se retiraron del terreno de juego Ristic y Hugo Sotelo, saltando al terreno de juego Manquillo y Moriba. El cambio de Ristic enviaba a Minguza al carril izquierdo, a Javi Rodríguez al derecho, y Manquillo se situaba como central.
En la segunda mitad el panorama fue distinto. El Betis salió con la misma intención de la primera mitad, pero ya no encontraban las mismas facilidades en el Celta, que se fue asentando en el terreno de juego, y mejorando con los cambios que iba introduciendo Claudio Giráldez. Pese a todo Losada tuvo en sus botas el 2-1 tras una pérdida de Fran Beltrán en el centro del campo, pero su disparo no encontró portería.
La siguiente modificación de Claudio Giráldez fue la entrada al terreno de juego de Hugo Álvarez en lugar de un Mingueza que no tuvo su mejor día. Con el paso de los minutos empezaron a aparecer los espacios par el Celta, que transicionaba en busca del segundo gol. En el 63 Javi Rodríguez ganó línea de fondo pero no acertó en su pase, y en el 65 sería anulado un gol a Bamba por fuera de juego previo de Borja Iglesias.
Unos minutos antes se produjo una acción que pudo marcar el rumbo del encuentro. Johny Cardoso, que tenía una tarjeta amarilla, realizó una falta a Aspas, que se iba hacia la portería rival, que no fue amonestada. Ortiz Arias se evitó problemas y decidió no dejar al equipo verdiblanco con uno menos sobre el terreno de juego, como sería justo.
El partido se iba acercando a los últimos minutos, pendiente de un detalle que lo decidiera. Pudo cambiar de rumbo en el 72 con un tiro de Fornals desde la frontal, que Guaita despeja lo suficiente para que el balón impactase en el larguero. El de Torrent volvió a ser decisivo con sus intervenciones.
Los últimos cambios de Giráldez fueron Swedberg y Douvikas, y fueron ellos quienes fabricaron el 1-2, con una genialidad del sueco, que ganó línea de fondo y puso el balón en el lugar exacto para que el griego solo tuviera que empujarla al fondo de las mallas.
El gol dejó muy tocado a un Betis exhausto por el esfuerzo. Los últimos minutos fueron transcurriendo con tranquilidad para el equipo celeste, que se defendía con el balón, pero en el descuento el Betis tocó a rebato sin nada que perder, y se encontró con una acción en la que se mezcló la fortuna, la falta de contundencia de la zaga céltica, y la polémica, ya que da la sensación de que Chimy Ávila se ayuda de su brazo para llevarse el balón. Después un centro peinado al primer palo para que Marc Bartra aparezca como un tren de mercancías y ponga el empate, que hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Un punto en este estadio no es malo, pero duele por la forma y el minuto en el que se produce.