La ausencia de Iago Aspas siempre es un problema para el Celta. No se sabe lo que hubiera pasado si el astro moañés hubiera estado sobre el terreno de juego. Es muy posible que la presencia del capitán celeste, unido a un Real Madrid mediocre, necesitado de la ayuda arbitral para derrotar al Celta, hubiese emparejado el partido, pero todo son especulaciones sin sentido. Como cuando habla Juan Carlos Rivero.
Haciendo un ejercicio de fútbol ficción es muy posible que si Aspas estuviese el partido sería diferente y no se darían las circunstancias que propiciaron el robo perpetrado por Munuera Montero, con la connivencia de Alejandro Hernández Hernández, a quien solo le faltó imputar al fiscal general del estado por filtrar los audios del VAR.
Es posible que los errores arbitrales que se dieron no se produjeran, pero se darían otros, incluso más graves, y la reacción de los colegiados sería exactamente la misma: El Celta iría "pa'lante'. Aspas, sin estar en el partido ya fue protagonista contestando a un tuit del Celta con la imagen del flagrante penalti a Swedberg con un gif del genial Miguel Gila: "Oiga, ¿es el enemigo?", y una frase escrita por el moañés que decía lo siguiente: "¿Hay alguien ahí?".
No es difícil imaginarse a Iago Aspas en su casa de Moaña poniendo en práctica el grito sordo de Ignatius Farray para clamar contra la injusticia arbitral sin perturbar el sueño de sus retoños. El capitán celeste es especialmente sensible a los errores de los colegiados, y de haber estado sobre el césped es muy posible que hubiese encarado el túnel de vestuarios de forma prematura. Y sin la necesidad de apelar al grito sordo, se hubiese despachado a gusto contra Munuera Montero, con el que ya tuvo varios encontronazos en el pasado.
Quien sabe si incluso lo que le hubiera dicho hubiera ofendido muchísimo a Munuera Montero, indignado por las quejas recibidas simplemente por hacer lo que le mandan. "¿Qué culpa tendré yo?", pensaría, y añadiría: "Se va a enterar este de quien manda en mi", mientras redactaba con ímpetu furioso el acta del partido. Al final Aspas se hubiera perdido los mismos partidos que se perderá por la lesión, obligando al TAD a reunirse de urgencias 6 meses después para confirmar la sanción.