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| Foto: La Voz de Galicia |
En 2022 le preguntaron a Iago Aspas por su posible sucesor entre los jugadores que había en la cantera. Sin dudarlo señaló a Fer López, y añadió a Raúl Blanco, su primo, como posibles candidatos a sucederle en el primer equipo. Por aquel entonces Fer López alternaba el Juvenil de División de Honor con el Gran Peña, pero los expertos en cantera celeste tenían su nombre marcado en rojo.
Dos años y medio después el relevo parece claro. Claudio Giráldez siempre evita esa etiqueta porque considera que no le conviene al jugador. Probablelmente tenga razón. El porriñés se equivoca poco, pero es inevitable pensarlo al verle sobre el terreno de juego.
De él todo el mundo destacará su gol en el partido de ayer, un tanto repleto de dificultad, logrado con la derecha, que no es su pierna dominante, y en la que hace una lectura genial del movimiento de Mingueza. Cuando ve que el catalán se va hacia el medio, lanza un desmarque esperando lo que finalmente sucede.
Es un gol que habla muy bien de Fer López, pero no es menos importante saltar al terreno de juego en lugar de Iago Aspas y que el equipo no empeore. De hecho, la sensación es que incluso mejoró. Bien es cierto que el Mallorca se vino abajo a nivel físico, pero la entrada de Fer López le dio aire al equipo. Casi todos los balones que tocó mejoraron tras pasar por sus botas, y acabó marcando el gol definitivo.
Así que dos años y medio de aquella pregunta a Aspas, cuando el futuro era Fer López, se ha convertido en presente, pero con mucho futuro por delante. El celtismo se relame pensando en Fer López como el próximo 10 del Celta, y con la esperanza de que podamos disfrutarlo durante muchos años.
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