Foto: RC Celta |
Este domingo regresó al fútbol a Balaídos en el primer partido del Celta como local tras el robo del pasado jueves en el Bernabéu. La afición celeste, con pocas horas para digerir el escándalo, dejó claro su malestar por la actuación arbitral, que parecía claramente premeditada para favorecer al Real Madrid en detrimento del Celta.
La Federación de Peñas anunció protestas contras los arbitrajes, que se hicieron muy evidentes durante el calentamiento, con pitadas constantes, que se extendieron hasta los cinco primeros minutos del encuentro, con una sonora pitada que hizo patente el enfado de una afición que se siente, y con razón, perjudicada por los estamentos del fútbol, que han permitido que se adultere la competición de Copa.
A lo largo de todo el partido se entonó durante varias ocasiones el ya famoso "corrupción en la federación", seguido por gran parte del estadio. La actuación de Ortiz Arias no ayudó. El colegiado, sin influencia en ninguna jugada polémica, desquició a los jugadores y afición celeste con su criterio a la hora de señalar las faltas, siempre favorable a los bilbaínos. Acabó el partido expulsando a Mingueza, ya cuand había señalado el camino de los vestuarios.
0 comments:
Publicar un comentario