El error clamoroso en el penalti cometido por Lunin sobre Swedberg fue de lo que más se habló ayer tras el robo sufrido por el Celta en el Santiago Bernabéu, pero ojalá fuese el único. La lista de errores es bochornosa y malintencionada. Creo que sería de ingenuos creer en el error humano. Ya en la previa decíamos que las designaciones no eran casuales, lo que quedó sobradamente demostrado a la vista de como actuaron tanto Munuera Montero como Hernández Hernández.
La prueba de que todo estaba orquestado la tenemos con la polémica de la prórroga, cuando una lanzamiento de Fer López impacta en el brazo de Rudiger, estando completamente separado del cuerpo. Penalti claro. El VAR se afanó para revisar una acción de fuera de juego, y tras más de un minuto de deliberación determinó que no era fuera de juego, aunque como se puede ver en la imagen Bamba estaba en posición correcta cuando recibe el balón. La orquestación está probada porque la televisión no emitió ni una sola repetición del supuesto fuera de juego. No tienen vergüenza.
Pero estos no fueron los únicos errores. El 2-0 del Real Madrid es tan dudoso como esta acción, y solo se vio una repetición bastante mala 20 minutos después. Además hay dos posibles expulsiones. Una de Endrick por pisar el talón a Starfelt, y otra de Fede Valverde, que se desentiende de la jugada y agrede a un jugador del Celta. Ninguna de ellas fue castigada como merecía por el árbitro del campo ni el VAR entró.
Munuera Montero y Hernández Hernández son dos colegiados de muy poco nivel. Arbitrar no es fácil, eso es evidente, pero el problema no es su calidad como colegiados. Uno puede equivocarse, entra dentro de la lógica. Lo que es raro es hacerlo siempre hacia el mismo lado. Y cuando uno ve quienes son los protagonistas del encuentro acaba por entenderlo todo.
Lo normal sería que ambos pasasen un tiempecito en la nevera. Ese sería el castigo si hubiesen cometido solo uno de los múltiples errores con los que castigaron al Celta siendo el Real Madrid la víctima. Por eso, en caso de mínima duda tienen clara cuál es la decisión. Unos errores no tienen relevancia, y los otros los tienen varias semanas en el ojo del huracán. Son malos, pero son humanos, y no son tontos. Equivocarse contra el Celta, o contra la mayoría de los equipos, no tiene consecuencia alguna. Por eso jamás dudan. Y si hay que pitar 3 penaltis a favor del Madrid, se pitan. Aquí paz y después gloria.
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