El botellazo de Claudio Giráldez



Claudio Giráldez protagonizó una de las acciones del partido cuando lanzó su botella a la grada por error. Fue en la jugada en la que Swedberg casi marca con un cabezazo salvado de forma milagrosa por Cárdenas, que repelió el remate del sueco con su cara. En esa misma acción, Borja Iglesias fue objeto de penalti, no señalado por el colegiado del encuentro. 

Demasiadas emociones juntas, que provocaron que Claudio Giráldez golpease su inseparable botella con la pierna izquierda. El técnico reconocía al final del encuentro que había pretendido dar un golpe raso, pero el envase salió disparado hacia la grada, alcanzando a un espectador, aunque sin consecuencias. El propio aficionado bajó por la grada hacia la zona de banquillos para un bonito reencuentro entre el técnico celeste y su botella.  El preparador porriñés pidió disculpas a la grada, que pareció entender su reacción. 

Al margen de la anécdota, la situación define de forma bastante gráfica la frustración que sintió Claudio Giráldez en el partido, y a la que se refería en las entrevistas que concedió a la finalización del mismo. La mala racha del equipo fuera de casa no se corresponde con lo que ofrece en cada encuentro, y las distintas pruebas del técnico no acaban de dar resultado. El contraste de la efectividad que muestra el equipo cuando juega en Balaídos con respecto a sus partidos como visitante es realmente digno de estudio. 

Errores arbitrales al margen, es evidente que hay un problema fuera de casa, y que probablemente no se explique solo en términos futbolísticos, pero la realidad es la que es. 4 puntos de 27 posibles es un bagaje bastante exiguo para un equipo que pretende mantenerse en la zona tranquila que actualmente habita, lo que obliga a firmar unos números como local mejores que equipos que ocupan la zona europea. Es un ritmo demasiado exigente, y si no se mejora fuera de casa puede complicar el final de la temporada. 

0 comments:

Publicar un comentario