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| Foto: RC Celta |
Franco Cervi es otro de los jugadores que apenas está entrando en los planes de Claudio Giráldez. El argentino suma 11 minutos en el presente ejercicio de Liga, jugando solo el famoso partido de Las Palmas en el que el equipo celeste defendió un 0-1 con dos jugadores menos durante 41 minutos. En la recta final de ese encuentro, Giráldez apostó por Cervi, que hasta ese momento no había tenido ninguna oportunidad, y que tras ese encuentro tampoco la tuvo, con la excepción del partido de Copa ante la UD San Pedro.
El argentino estaba en la rampa de salida en el verano y volverá a estarlo en este mercado de invierno que se abrirá en el mes de enero, pero su salida no será nada fácil, como tampoco lo fue en verano. Cervi tiene contrato hasta el 30 de junio de 2026, es un jugador que aporta en el día a día al vestuario, y tiene claro que su prioridad es seguir en Europa, según señala Abraham Martínez en el diario AS.
Esa preferencia de Cervi complica notablemente su salida. Durante el verano se le relacionó con muchos equipos, pero todos eran sudamericanos o mexicanos. En Europa nadie parece interesado, o al menos no ha trascendido. El argentino sabe que está ante el que puede ser su último gran contrato, y prefiere firmarlo en Europa, donde ha jugado en las filas de Benfica y Celta, sin destacar especialmente en ninguna de sus dos aventuras en el viejo continente.
A Vigo llegó en el mercado de 2021, como un jugador que seguía desde hace tiempo y que además contaba con el beneplácito de Eduardo Coudet, que ya había sido el técnico que lo hizo debutar en el fútbol argentino. Durante el primer año y mientras que estuvo el argentino en el banquillo celeste contó con bastantes minutos, pero a partir de su marcha su presencia fue perdiendo enteros, lo que se ha agudizado con el arribo de Claudio Giráldez al primer equipo del Celta.
El argentino se siente muy cómodo en Vigo, y a pesar de contar con muy poca participación está muy implicado en el equipo, algo que se puede apreciar en su comportamiento en el banquillo durante los partidos, siendo siempre uno de los primeros en animar a sus compañeros y celebrar los triunfos cuando toca. Durante sus años en el Celta ha demostrado ser un excelente profesional, y no negocia el compromiso cuando le toca jugar. Son virtudes interesantes, que lamentablemente no han estado acompañadas de un gran rendimiento, pero que pueden servirle para tener otra oportunidad en el viejo continente.
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