Un espaldarazo para el proyecto Giráldez


Foto: Alba Villar / Faro de Vigo

El Celta cayó derrotado el pasado sábado ante el Real Madrid en Balaídos. No fue algo inesperado, de hecho hace más de una década que los célticos no derrotan al conjunto madrileño, pero la imagen ofrecida por los vigueses fue muy diferente a la mayoría de derrotas sufridas en los últimos años.  Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que fue un verdadero milagro que el equipo de Ancelotti no saliese derrotado de Balaídos. 

Más allá de las diferencias entre ambos equipos, especialmente en la finalización, el equipo celeste plantó cara en todo momento al Real Madrid, y lo hizo sin su gran estrella, el moañés Iago Aspas, que se perdió el partido por sanción tras ser expulsado en la jornada anterior en Las Palmas por el gran Cordero Vega. 

Siempre que Aspas falta el Celta se resiente, pero en esta ocasión no se notó tanto como otras veces. Ese probablemente sea el gran mérito de Claudio Giráldez, el de conseguir que el equipo se reponga a la falta de un jugador que ha sido clave en los últimos años, y cuyas ausencias solían transformarse en derrotas, y generalmente en una mala imagen del equipo. En este caso la derrota se produjo, pero la imagen no fue mala. Jonathan Bamba fue el encargado de suplir a Iago Aspas. Evidentemente el costamarfileño no es Aspas, y eso se notó, pero no estuvo mal del todo, a pesar de tener pocos minutos esta temporada. 

Pero sobre todo el partido fue un refrendo para el proyecto Claudio Giráldez, que demostró que su sistema de juego sirve para medirse a los equipos de su liga, con muy buenos resultados, y para plantar cara a los equipos grandes. Es obvio que medirse a un equipo con Courtois en la portería, y dos jugadores como Vinicius o Mbappé es muy complicado. Que el Atlético tenga a Julián Álvarez tampoco ayuda, y acaba marcando la diferencia, pero en ningún partido fue inferior el Celta a su rival en los enfrentamientos a equipos denominados grandes. 

El sistema funciona, y si hay paciencia con la plantilla, mejorará en los próximos años. Ante el Real Madrid acabó jugando con seis futbolistas que la pasada temporada estaban en el Fortuna. Parece fácil algo así, pero no lo es. La valentía que demuestra con su dibujo táctico, también la demuestra dando confianza a futbolistas jóvenes con mucha margen de mejora, que es el mismo que tiene este Celta de Claudio Giráldez. 


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