Vergüenza es poco para definir el trato dispensado al Celta por los diferentes tribunales a los que ha ido acudiendo para reclamar la injusta expulsión de Ilaix Moriba. El primer error es del Comité de Apelación, que tuvo a bien reunirse el viernes después de que Competición sancionase al jugador el miércoles de la pasada semana. 13 días después de los hechos, Apelación volvió a negar la razón al Club celeste.
Ante la segunda negativa, el Celta acudió al TAD, Tribunal Administrativo del Deporte, que a estas horas de la noche todavía no ha contestado al recurso del Celta. Al final del encuentro Claudio Giráldez ironizaba sobre esta situación tan kafkiana: "No vi el móvil al acabar el partido, pero no me llegó notificación todavía. El último recurso está, que yo sepa, sin contestar todavía. Espero que no nos den la cautelar ahora que ya ha cumplido la sanción”.
Otro capítulo más del bochornoso entorno que rodea al fútbol español, más cerca de la organización de la liga de playas que de una competición profesional. Es indigno para una competición que pretende ser la mejor del mundo, la respuesta de los comités, que actúan de forma caciquil y menospreciando a los equipos modestos, como es el caso del Celta.
Puede que el Celta no haya demostrado demasiada habilidad a la hora de presentar los recursos, pero la falta de respeto a la que ha sido sometido hoy el club celeste no debería pasar desapercibida. ¿Hará lo mismo el TAD cuando es el Real Madrid el que presenta un recurso?. ¿Sirve para algo este tribunal?. ¿No sería mejor ahorrarse su coste, que seguramente no sea pequeño?.
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