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| Foto: José Lores / Faro de Vigo |
Marcos Alonso vivió anoche un partido muy especial en el que fue su debut como titular. El madrileño ya jugó muchos minutos ante el Athletic Club debido a la temprana lesión de Mingueza, pero formar en el once inicial siempre es diferente, más allá de los minutos. Lo hizo además en una posición que le encanta a Claudio Giráldez, y para la que fue fichado: central izquierdo.
El madrileño viene de un largo proceso de inactividad. Claudio Giráldez siempre insiste en que necesita tiempo para estar al cien por cien, pero si lo de ayer no era estar a ese nivel, su estancia en el Celta es muy prometedora. El defensor, que pasó por el Chelsea y el Barcelona antes de llegar al Celta, fue uno de los jugadores más destacados del equipo, con una actuación sobresaliente en defensa, y con apariciones brillantes en ataque.
En sus botas se generó una de las ocasiones del Celta, que acabaría desaprovechando Alfon, y también tuvo apariciones salvadoras en ataque, una de ellas especialmente cuando arrebató un balón a Julián Álvarez cuando el argentino tenía todo para marcar. Pero más allá de estos detalles, Marcos Alonso aporta al equipo aspectos muy interesantes para Giráldez, especialmente a la hora de dar una salida limpia de balón.
Es un futbolista de gran calidad técnica, y con la experiencia suficiente para afrontar con tranquilidad la presión de los adversarios. Ayer demostró en varias ocasiones que no tiene reparos a la hora de enviar algún balón largo si fuese necesario, y normalmente no son pelotazos, sino que tiene la capacidad para encontrar compañeros con sus despejes. Sin duda, su fichaje aportará mucho al equipo en esta campaña, y no tardará en ganarse un puesto en el once inicial, si es que no lo ha hecho ya.
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