La jugada que pudo cambiar el partido


Foto: Deia

Poco antes de llegar a la media hora de juego se produjo una acción que pudo cambiar el rumbo del partido, cuando Sánchez Martínez decidió castigar con tarjeta amarilla una dura entrada de Berenguer sobre Javi Rodríguez. La acción no es clara, de hecho en directo parecía incluso exagerada la amarilla, pero viendo la repetición no hubiese pasado nada si el colegiado decide expulsar al jugador. 

De hecho, al igual que el VAR decide no entrar en la jugada, que sí se revisó ya que el colegiado detuvo el saque de esquina posterior durante unos segundos, tampoco hubiese cambiando la decisión del árbitro si hubiese decidido expulsar a Berenguer. Es una decisión fronteriza, y desde la sala VOR difícilmente hubiesen intervenido en ninguno de los dos casos, pero la entrada es lo suficientemente dura como para que Berenguer no siguiese sobre el terreno de juego. 

Pero no es una jugada fácil para el colegiado, porque además debió tomar dos decisiones en décimas de segunda, una de ellas si parar el juego o dar la ventaja al Celta, que mantenía la posesión. En el momento en el que decides dar ventaja no puedes expulsar, porque una tarjeta roja es incompatible con la ley de la ventaja. Y creo que eso acaba provocando la decisión del árbitro.  A partir de ahí, no es un fallo clamoroso y el VAR no entra. E insisto, si hubiese señalado roja tampoco lo hubiera hecho. 

Lo que es evidente es que en caso de sancionar la acción con tarjeta roja el partido hubiese cambiado radicalmente. Sería una baja muy importante para el Athletic, y recordemos que el 2-1 llega tras un pase lateral del propio Berenguer. Al margen de eso completó un gran partido, como suele ser habitual cuando se mide al Celta, especialmente en San Mamés. Obviamente todo es fútbol-ficción, pero siempre es mejor jugar contra diez que contra once.