Foto: Juan Manuel Serrano Arce / Getty Images |
El Celta no pudo lograr sus primeros puntos a domicilio esta temporada, y volvió a caer derrotado en San Mamés, por un 3-1 que quizás no hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego, pero que en todo caso otorga la victoria a un equipo que fue superior en las áreas, con mucha efectividad ofensiva y mayor solvencia en defensa que los célticos. Iago Aspas fue el autor del gol celeste desde los once metros.
Claudio Giráldez volvió a sorprender con su alineación inicial, en la que aparecía Jonathan Bamba, después de no disponer de minutos en los dos últimos encuentros. También había novedades en la punta de ataque, ya que Douvikas ejerció como 9 en detrimento de Borja Iglesias, titular en los tres últimos encuentros.
El once inicial estuvo formado por Guaita en portería, trío de centrales para Javi Rodríguez, Starfelt y Jailson, con Hugo Álvarez por el carril derecho y Mingueza por el izquierdo. En la sala de máquinas un doble pivote con sabor a Celta Fortuna, formado por Damián y Hugo Sotelo, y arriba Bamba, Aspas y el anteriormente mencionado Douvikas.
El partido no pudo empezar peor para el Celta, ya que nada más arrancar perdió a Mingueza por lesión, y cuando el catalán estaba siendo atendido para intentar recuperarlo, el Athletic aprovechó la superioridad numérica para iniciar un ataque por la banda del ausente Mingueza que acabaría en gol tras un rechace. Faltó contundencia en la zaga céltica, lo que fue aprovechado por Guruzeta para marcar el 1-0. Sin capacidad de recuperarse, Mingueza abandonó el terreno de juego, entrando en su lugar Marcos Alonso, que se ubicó en el carril izquierdo.
El Celta se repuso muy bien del golpe inicial, y comenzó a mandar en el partido. Al Athletic no le importaba, confiando en su poder en las contras, pero lo cierto es que Valverde no paraba de gesticular en el banquillo, incapaz de controlar a un Celta que triangulaba con inteligencia y al que solo le faltaba ese último pase determinante.
En el minuto 20 se produjo una jugada que pudo cambiar el partido, con una entrada muy agresiva de Berenger sobre Javi Rodríguez, sancionado con tarjeta amarilla, y que bien podría haber sido una tarjeta roja. El futbolista rojiblanco clave los tacos en el tobillo del canterano celeste. Antes de esa acción ya se pudo adelantar el Celta con un centro de Bamba rematado de forma un tanto extraña por Marcos Alonso, que detuvo el meta local.
Fruto del dominio céltico, en el minuto 23 llegó el penalti sobre Iago Aspas, que recibió un gran pase de Bamba y encaró a Agirrezabala, que pecó de inocente, cometiendo un penalti, que lo es, pero más forzado por Aspas, que se lió a la hora de regatearlo. El capitán céltico sería el encargado de transformarlo para poner las tablas en el marcador.
Con empate el Celta seguía dominando el juego, y llegó a anotar un tanto, pero anulado por fuera de juego de Aspas. Las repeticiones dan la razón al asistente, que señaló esa posición incorrecta. La jugada venía precedido de un fuera de juego que parecía claro de Douvikas, pero que no lo era, con la defensa bilbaína parada.
Un clásico en el fútbol. Del 1-2 se pasó al 2-1 en prácticamente un minuto. Berenger pone un gran centro desde la banda, y Guruzeta aparece imperial para conectar un cabezazo imposible para Guaita. Con ese resultado se llegó al descanso.
En la reanudación salieron el Celta sin cambios, y con una situación que no favorecía mucho al Celta, ya que el Athletic logró bajar el ritmo del partido. De hecho, la primera ocasión del segundo acto fue para el Athletic, en las botas de Berenguer, salvada por la ágil respuesta de Vicente Guaita.
A los 13 minutos de la reanudación llegó una ocasión en las botas de Bamba, que ganó línea de fondo tras recibir un pase y su remate salió ligeramente desviado tras superar a Padilla, que entró tras el descanso por el lesionado Aguirrezabala. No le estaba gustando lo que veía a Claudio Giráldez, y el técnico celeste realizó dos dobles cambios prácticamente consecutivos. Primero entraron Moriba y Carlos Domínguez por Sotelo y Jailson, y posteriormente Swedberg y Borja Iglesias por Hugo Álvarez y Douvikas.
Con los cambios, Jonathan Bamba pasó a jugar en banda derecha, como carrilero, y Swedberg en la posición que venía ocupando el costamarfileño hasta ese momento. Las modificaciones de Claudio Giráldez no mejoraron la circulación del Celta, que además encajó el tercero en el minuto 80 tras una galopada de Iñaki Williams por la banda, con pase atrás para Djaló ejecutase a Guaita.
A pesar de que el partido ya estaba visto para sentencia, el Celta no rindió y acabó encerrando al Athletic en su terreno de juego, con alguna ocasión más o menos clara, especialmente en las botas de Swedberg, que ya en el minuto 92 envió un disparo que salió rozando el palo de Padilla. En todo caso no se movería el marcador, y el Celta sigue sin puntuar como visitante.
0 comments:
Publicar un comentario