Foto: RC Celta |
Mihailo Ristic fue uno de los últimos fichajes del pasado verano. El internacional serbio llegó sobre la bocina y recibiendo duras críticas por parte de la afición del Benfica, que no entendía el traspaso del lateral izquierdo balcánico. Lo cierto es que en el club portugués había rendido bien cuando había jugado, pero ya había dado problemas por las continuas lesiones.
Esa constante se repitió en el Celta, que gracias a eso se ahorró un millón de euros en su traspaso, ya que no llegó a disputar más de la mitad de los partidos oficiales. A buen seguro que en Príncipe se celebró, pero lo cierto es que dejó bastante coja la banda izquierda, no porque Manu Sánchez no cumpliese, que lo hizo, sino por lo que suponía la ausencia de uno de los dos laterales específicos con los que contaba Rafa Benítez primero, y posteriormente Claudio Giráldez, si bien en el caso del porriñés lo solucionó poniendo a Hugo Álvarez de carrilero.
Con la irrupción del canterano, este verano sobraba uno de los dos laterales izquierdos, y el Celta decidió poner en el mercado a Manu Sánchez y contar con Ristic. Los motivos pueden ser varios, pero la principal razón es que el madrileño tiene más mercado para una posible venta. Finalmente salió cedido al Alavés, pero con una opción de compra, por lo que en Príncipe no pierden la esperanza de una venta del ex del Atlético de Madrid.
¿Y qué pasa con Ristic?. No empezó bien la pretemporada, ya que a los 10 minutos del partido ante el Benfica, su exequipo, se lesionó. Probablemente hubo miradas cómplices entre los directivos del Benfica mientras veían al serbobosnio abandonar el terreno de juego. Probablemente hubo miradas de preocupación entre los directivos del Celta, aunque esto no lo tengo tan claro.
El caso es que el lateral zurdo se perdió varios amistosos mientras apuraba su recuperación, volviendo a los terrenos de juego el pasado martes ante el Lille. El pasado sábado salió de inicio ante el Luton y dejó muy buenas sensaciones. Claudio Giráldez apostó por él como carrilero por la izquierda, y aprovechó la ocasión para darle la razón al porriñés. Participó activamente en el primer gol, que casi es suyo de no ser por la buena intervención del meta rival. Swedberg, siempre con la caña preparada, aprovechó el rechace para enviar el balón al fondo de las mallas con un testarazo.
Más allá de esta anécdota, el internacional serbio dejó buenas sensaciones sobre el terreno de juego. Es un futbolista muy aprovechable si lo respetan las lesiones. Ojalá podamos ver una buena versión de Ristic esta temporada. Claudio Giráldez lo ve para dos posiciones, ya que puede jugar como carrilero, o incluso como central abierto por la banda izquierda. La temporada es larga y harán falta todos. A día de hoy seguramente no cuenta con un sitio en el once inicial, pero puede ser un jugador más que interesante para esa segunda unidad.
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