Ante la posibilidad de tener pocos minutos esta temporada, Miguel Rodríguez aceptó de buen grado la cesión al Utrecht. En la Eredivisie esperaba encontrar un espacio en el que dar rienda suelta al talento que ya demostró en las categorías inferiores del Celta, incluido el filial, y a cuentagotas en el primer equipo.
De momento no está teniendo excesiva fortuna, y resulta un tanto sorprendente. El de Redondela no ha entrado en las dos primeras convocatorias, y por lo tanto todavía no ha debutado en partido oficial. El club no anunció ningún tipo de lesión, y de hecho esta semana disputó un amistoso en el que sí participó el canterano del Celta.
Durante la pretemporada disputó varios amistosos, pero a la hora de la verdad le está costando hacerse con un hueco. La temporada no ha hecho más que empezar y tendrá oportunidades, muy probablemente. Sería terrible que no fuese así, porque estaría lejos de conseguir el objetivo marcado cuando decidió emprender rumbo a los Países Bajos para dar un espaldarazo a su carrera.
En todo caso, desconocemos el motivo exacto por el que no juega. Puede que tenga unas ligeras molestias que recomienden que no participe en un partido oficial, pero que le permitan disputar un amistoso. O puede simplemente que otros jugadores estén en mejor forma que él de forma puntual, y que sea algo que pueda reconducir a lo largo del curso.
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