Mingueza, a golazo por partido



Óscar Mingueza se está acostumbrando a meter golazos. El defensa catalán está sorprendiendo en esta arranque de temporada con un rendimiento impactante, que le ha llevado a marcar 2 goles y dar 2 asistencias a sus compañeros, cifras que obviamente no podrá mantener, pero que revelan el gran estado de forma que atraviesa. 

Al margen de las cifras, su rendimiento está beneficiando en gran media al equipo. Claudio Giráldez apostó por él como carrilero por la izquierda en el partido ante el Alavés, aunque inicialmente iba a ser suplente. El catalán entró por la lesión de Ristic en el calentamiento, y fue uno de los destacados del Celta, aunque mejoraría sus prestaciones una semana después ante el Valencia. Y eso que solo jugó 45 minutos ya que no salió tras el descanso por unos mareos que afortunadamente no tuvieron mayor importancia. 

Antes de eso remató con una precisa volea una barbaridad de asistencias de Iago Aspas, poniendo el empate en el marcador. Fue un gol muy estético por el golpeo, aprovechando su condición de jugador diestro entrando por la banda derecha. Unos minutos después el Celta completó la remontada con un gol de Iago Aspas tras recibir un gran pase de Mingueza por el carril central. 

Ayer anotó el 1-2 con un lanzamiento de falta ante el que nada pudo hacer el meta villarrealense, y en la segunda mitad puso un balón en la cabeza de Starfelt que el sueco transformó en el empate a 3 con un gran remate. En esta ocasión, Giráldez apostó por el catalán en la banda derecha, y logró ser igual de desestabilizante para la zaga rival. Curiosamente, por su condición de zaguero, sufre más cuando toca defender que cuando se trata de atacar, destacando mucho más en tareas ofensivas.  

Y a pesar de esa cierta debilidad defensiva, contar con un jugador de esas características apareciendo por sorpresa es una gran arma para el equipo celeste. Giráldez lo probó durante la pretemporada como mediocentro, a la espera de que llegase el refuerzo que había solicitado, materializado con la llegada de Ilaix Moriba. Es difícil que vuelva a esa posición, para la que está facultado, pero cuyo rendimiento es inferior al que ofrece cuando actúa como carrilero o como central lateral. 


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