Hace ahora un año Hugo Sotelo era uno de los canteranos mejor situados en el Celta. Realizó la pretemporada con el primer equipo y convenció a Rafa Benítez, que le otorgó la titularidad en los dos primeros partidos. En el descanso de la segunda jornada, el técnico madrileño cambió el sistema para jugar con tres centrales, siendo Sotelo el sacrificado.
A partir de ese momento, aunque el Celta retomó el 4-4-2, la participación de Sotelo fue escasa, incluso con la llegada de Claudio Giráldez, un técnico que apostó sin miramientos por la cantera, y que priorizó a Damián Rodríguez por delante de Sotelo, que simplemente tuvo protagonismo en la victoria ante el Granada, en la penúltima jornada, que certificó matemáticamente la salvación del equipo céltico.
Parecía que esta temporada podía suponer un salto importante para el canterano, pero problemas a la hora de renovar su contrato lo llevaron de vuelta al Celta Fortuna, con quien entrenó durante unos días, hasta que el jugador claudicó y aceptó las condiciones del Celta. Sin embargo, ni tan siquiera esto cambió realmente su situación. Se sabe que no jugará en el filial a pesar de tener ficha con ese equipo, y no está para nada claro que disponga de minutos con el primer equipo.
Claudio Giráldez apuesta por Damián, con un puesto fijo en el once inicial, acompañado por Fran Beltrán, y cuando el madrileño tenga que descansar, aparece la opción de Ilaix Moriba por delante. La temporada acaba de empezar y pueden pasar muchas cosas, pero parece complicado imaginarse que Sotelo tenga muchas opciones.
Llega el Celta con mucho trabajo pendiente a los últimos días de mercado, pero no sería mala idea encontrar un club al que poder ceder a Sotelo, para evitar un segundo año con pocos minutos. El pasado curso acabó disputando cerca de 1.000 minutos entre Liga y Copa con el primer equipo, disputando 718 minutos en el campeonato de la regularidad y 270 en la Copa del Rey. Cifra que parece complicado que pueda alcanzar este año.
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