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| Foto: RC Celta |
Cuando estalló el volcán de La Palma, varios vídeos se hicieron virales, pero uno de los más reproducidos fue aquel en el que se veía al fondo la erupción del volcán, mientras unas voces femeninas mostraban su preocupación y de pronto aparecía una masculina señalando que “hay tiempo de comer sin problema”.
La tranquilidad del hombre generó admiración y sorpresa a partes iguales, y algo pasa así en el Celta, que en las últimas horas se ha dedicado a realizar ciertas filtraciones para transmitir tranquilidad a la afición. En Relevo, Óscar Méndez, firmó una dura reprimenda a la afición celeste, a la que alecciona con un titular nada ambiguo: “La afición del Celta debería aprender de Luis Enrique. La ambición desmedida es un defecto”, señala.
En el artículo se nos recuerda lo pequeños que somos, y lo agradecidos que debemos estar por seguir en Primera División, algo que se acabará más pronto que tarde, destacando que lo importante es que estamos bien preparados para ascender.
Hay un dato muy interesante en el artículo, que en cierto modo delata al redactor, cuando señala que a lo que tiene miedo es “a lo que sucedió hace 20 años, cuando nos vimos en Segunda con una deuda gigantesca que casi lleva al club a la desaparición”. Puede ser un despiste del autor del texto, al referirse a hace 20 años, cuando debería decir 17, aunque el matiz es que el descenso de hace 20 años fue con Horacio Gómez, y el de hace 17, el que casi nos lleva a la desaparición, fue con Carlos Mouriño, que colaboró con la deuda generada por su predecesor y tras descender, y no ser capaz de ascender en la siguiente temporada, aumentando la deuda, casi provoca la desaparición del club.
El diario Marca también publica un artículo, mucho menos contaminado desde el interior del club, en el que destaca que “a pesar de las dudas que muestran los aficionados con la confección de la plantilla, el club transmite tranquilidad”, y confían en que “el arranque liguero, con dos encuentros en Balaídos seguidos, también podría marcar un cambio de opinión”. Ojo al cortoplacismo.
Esta tranquilidad recuerda a la que tenía el club el verano pasado, a pocos días para terminar el mercado, también con un artículo de Relevo, en que el señalaban que el club estaba muy tranquilo, y convencidos de que “vamos a hacer buenos fichajes” tras la salida de Gabri Veiga. Luego la ambición desmedida de la afición llevó a que se produjeran muchas críticas cuando el equipo llegó al mes de diciembre en números de descenso, y fue necesario despedir a Rafa Benítez, con el que club estaba totalmente tranquilo, para conseguir salvar al equipo, generando con ello un problema económico que nos trae hasta la tranquilidad actual. Lo dicho, hay tiempo de comer sin problema.
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