El Celta cerró ayer la pretemporada, y por lo tanto las probaturas antes de comenzar LaLiga. Ahora empieza lo serio, y será cuando veamos de forma práctica y no teórica en qué situación debe estar el equipo durante la temporada. Antes de que empiece lo bueno, es conveniente analizar lo sucedido durante este verano y extraer algunas conclusiones, que desgranaremos en las siguientes entradas.
Douvikas, el goleador prometido
La pasada temporada nadie discutía la titularidad de Strand Larsen, pero muchos aficionados lamentaban la inconveniencia que provocaba que Douvikas tuviese tan pocos minutos. No los necesitó para firmar cifras extraordinarias, anotando 7 goles en Liga, sin ser prácticamente titular en ningún partido, y convirtiéndose en el máximo goleador de la Copa del Rey con 6 dianas.
Este verano, ya sin el noruego en el equipo, la responsabilidad goleadora recae claramente sobre el delantero heleno, y hasta el momento ha recogido el guante, asumiendo su nuevo rol y marcando goles, que es lo que mejor saber hacer. Seis goles en seis partidos es el balance del griego, que se perdió el último encuentro por molestias físicas que, en principio, no ponen en peligro su participación en el primer partido de Liga ante el Deportivo Alavés.
Ni el fichaje de Borja Iglesias, llegado a Vigo después de varios años triunfando en LaLiga, parecen poner en duda su titularidad. Tampoco la impresionante eclosión de Pablo Durán. El ariete, que llegó a Vigo el verano pasado a cambio de unos 12 millones de euros, apunta a ser uno de los mejores goleadores de la competición. En Príncipe se frotan las manos ante lo que puede ser la siguiente gran venta.
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