Foto: Jorge Landín / Atlántico Diario |
Lo que pareció una prueba esporádica ante el Vizela, se ha convertido en algo habitual en esta pretemporada. Claudio Giráldez está dando la alternativa a Óscar Mingueza como medio centro, a la espera de que llegue ese refuerzo que ha solicitado para dicha demarcación. El catalán es uno de los jugadores con mejor pie en el Celta, lo que le convierte en un recurso fantástico para sorprender desde la posición de central, pero sus cualidades pueden ser más aprovechables actuando en el centro de operaciones del equipo.
Y lo ha demostrado en estos partidos, siempre teniendo en cuenta el contexto de encuentro amistoso, con grandes pases que en algún caso se convirtieron en asistencia de gol, como la que le dio a Douvikas ante el Vizela, pero el griego también ha recibido otros buenos pases del catalán que no pudo transformar en gol. El griego ha demostrado entender bien el fútbol de Mingueza, tanto como el ex del Barcelona entiende los desmarques que lanza el ariete.
Liberado de tareas defensivas, Mingueza tiene todo el tiempo del mundo para generar juego. Quiero hacer hincapié en que particularmente me parece diferencial tener un central con su pie, pero el problema es que una de las funciones de un zaguero es la de defender, y a veces el de Santa Perpetua amenaza con parar el corazón de los aficionados. En una posición más liberada de estas tareas, puede ofrecer todo el fútbol que tiene sin correr los riesgos que asume cuando juega como central.
La prueba definitiva llegará en los partidos de Liga, y obviamente si llega el refuerzo que ha pedido Claudio Giráldez es posible que todo quede en un experimento de verano, pero no sería para nada descartable ver al catalán, que el pasado año participó en los 38 partidos de Liga, en esa posición en las primeras jornadas del campeonato.
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