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| Foto: RC Celta |
Tasos Douvikas volvió a marcar ayer, y ya se va hasta los seis goles en cinco partidos de pretemporada. Extraordinarias cifras que le convierten en la gran esperanza del Celta cara al gol para la temporada que empieza en poco más de dos semanas, y que viene a confirmar las excelentes sensaciones que dejó en su primera campaña en Vigo, anotando 7 goles en Liga, a pesar de ser suplente de principio a fin, y en la que se proclamó máximo goleador de la Copa del Rey con 6 goles en cuatro partidos.
Que el delantero heleno mantenga su idilio con el gol es una excelente noticia, por supuesto, pero a la vez es preocupante si comparamos su rendimiento goleador con el del resto de sus compañeros. El equipo de Claudio Giráldez ha marcado 10 goles en estos cinco partidos. De esa decena de dianas, 6 las ha firmado el griego. Es decir, marca el 60% de los goles que ha hecho el Celta en estos encuentros. El resto de las dianas las han firmado Pablo Durán por partida doble, Iago Aspas y Franco Cervi.
Este es un dato preocupante por la dependencia que parece tener el equipo de los goles del delantero griego. Hay que poner en contexto que la llegada de Borja Iglesias ha sido tardía. El santiagués debutó ayer jugando unos minutos tras no poder hacerlo ante el Gil Vicente por unas molestias físicas, y en los pocos minutos que tuvo gozó de una ocasión en la que se fue un poco largo un control cuando se plantaba mano a mano con el meta rival. No está mal como carta de presentación. Borja ya demostró durante años en el Celta B que tiene el gol como obsesión, algo que confirmó en el Zaragoza, en el Espanyol y en el Betis. Si se acerca a ese rendimiento será una alternativa interesante para Douvikas, y muy necesaria para un equipo que parece depender en exceso de las apariciones del griego y, como siempre, de la clarividencia de Iago Aspas.
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