Foto: RC Celta |
El Celta se impuso con claridad (4-0) en el segundo amistoso de la temporada ante el modesto Vizela, al que sentenció en la primera parte con un hat-trick de Douvikas, que envió al fondo de las mallas todos los balones que pasaron por sus botas. Claudio Giráldez volvió a poner dos equipos diferentes en cada parte, mantuvo las pruebas, y aunque el equipo de la segunda parte dominó y tuvo más ocasiones, la clarividencia de Douvikas marcó la diferencia.
El equipo con el que salió de inicio el Celta estuvo formado por Marc Vidal en portería, defensa para Javi Rueda, Manquillo, Starfelt, Jailson y Sergio Carreira, con Mingueza como novedad como mediocentro acompañando a Damián Rodríguez. Arriba Douvikas, y de enganches Iago Aspas y Cervi.
Todavía no estaban los aficionados en su butaca cuando llegó el 1-0 en el primer minuto de partido. Damián botó una falta casi rasa y Douvikas apareció para meter el pie y anticiparse a toda la zaga y al portero rival poniendo en ventaja al equipo vigués. El partido estaba siendo bastante plano, con el Celta sintiéndose superior pero sin generar demasiadas ocasiones hasta que en el minuto 21, Douvikas robó un balón cerca del círculo central y batió por alto al guardameta rival poniendo el 2-0.
El Vizela también tuvo sus ocasiones, pero no las supo aprovechar. Primero con un disparo al larguero y posteriormente con una ocasión que sería gol de no ser porque un jugador del Vizela se cruzó en la trayectoria del disparo de su compañero, evitando de este modo el tanto portugués. El que no perdonó fue Douvikas al borde del descanso. El griego recogió en posible posición de fuera de juego un gran pase de Mingueza para plantarse ante el portero y batirlo con solvencia, poniendo el 3-0 con el que se llegaría al descanso.
Tras el descanso salió el Celta con un once completamente distinto, con César en portería, defensa para Hugo Álvarez, Javi Rodríguez, Carlos Domínguez, Unai Núñez y Carles Pérez. En la medular Fran Beltrán y Miguel Román, con Alfon y Swedberg como interiores, y arriba el Búfalo Durán.
Swedberg fue el protagonista en los primeros minutos. El sueco estuvo muy activo y tuvo dos grandes ocasiones, una en la que no resolvió bien cuando se quedó solo ante el cancerbero rival, y otra en la que generó una ocasión tras una gran acción individual salvada por el guardameta, que fue el mejor del equipo portugués.
Curiosamente en esta segunda mitad en la que el Celta solo marcó un gol, tuvo mucho más ocasiones que en la primera. De hecho, lo normal hubiera sido que el partido acabase con goleada debido a las constantes ocasiones de los célticos, muchas de ellas evitadas por las grandes intervenciones de Bursac. El que sí acertó fue Pablo Durán, que marcó un golazo con una preciosa rosca que se coló por la escuadra del Vizela. Fran Beltrán buscó la misma escuadra tras una acción individual, pero nuevamente Bursac estuvo al quite.
Buena prueba para el Celta, que se midió hoy al rival más débil en esta pretemporada. La mejor noticia es que se ve al equipo muy suelto a pesar de llevar tan solo dos semanas de entrenamiento.
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