Foto: Juan Manuel Serrano Arce |
A punto de cumplir 28 años, Maxi Gómez transita por una edad en la que la inmensa mayoría de los futbolistas ofrecen su mejor rendimiento, es el momento en el que el jugador tiene la madurez y experiencia necesaria para ofrecer lo mejor de sí mismo, algo que no describe en absoluto el actual momento del delantero uruguayo.
El que fuera delantero centro del Celta entre 2017 y 2019, vive el peor momento de su carrera deportiva. Lejos quedan aquellos años en los que se convirtió en revelación de LaLiga con la camiseta del Celta, anotando 18 goles en su primera campaña en el club con apenas 21 años. Un año después volvió a firmar cifras interesantes, y tras muchos rumores acabó siendo traspasado al Valencia en una operación que el Celta estimó en 30 millones de euros, de los cuales la mitad fueron cobrados en especies con la llegada de Santi Mina al equipo.
Desde ese momento, en el que se enfundaba la camiseta del Valencia con la intención de dar un salto, su carrera comenzó una delirante cuesta abajo que le ha llevado a la actual situación. Cada año ha ido empeorando sus cifras: 10 tantos en su primera temporada con el Valencia, 7 en la segunda y 5 en la tercera. De ahí, en el año 2022, se fue al Trabzonspor, incapaz de superar esa cifra de goles en la liga turca.
La temporada que acaba de terminar la vivió en Cádiz, en una infructuosa cesión en la que fue incapaz de estrenarse como goleador en 33 partidos oficiales. Además su equipo acabó descendiendo a Segunda División, y el uruguayo uno de los jugadores de la plantilla más señalados en los últimos encuentros de los andaluces en la máxima categoría.
El ariete charrúa ha tocado fondo esta temporada y la gran incógnita es hacia dónde va su carrera. Le queda un año más de contrato con el Trabzonspor, por lo que debe regresar a Turquía una vez que finalicen sus vacaciones, que apura mientras se conforma con ver la Copa América a través de la pequeña pantalla. Resulta impensable asumir que se le ha olvidado jugar al fútbol. El gol tiene que estar todavía en sus botas, pero mientras lo encuentra, su carrera ha tomado una peligrosa deriva que lo conduce hacia la irrelevancia. Sus mejores momentos llegaron con la camiseta de Defensor, en su país natal, y sobre todo con el Celta, donde demostró a Europa el talento que tiene. Este Maxi parece otro.
Ficha de Maxi Gómez en Yo Jugué en el Celta
0 comments:
Publicar un comentario