Borja Iglesias acepta reducir su salario para triunfar en el Celta


Foto: Lars Baron / Getty Images

Borja Iglesias se convertirá en el sustituto de Strand Larsen en el Celta. El delantero santiagués, que pasó por la cantera del Celta, convirtiéndose en el máximo goleador histórico del Celta B, con 75 goles, destacó especialmente en su última temporada en Vigo, la 2016-17, cuando anotó 34 goles. Aquella temporada ya tenía contrato con el primer equipo. Carlos Mouriño le pidió el esfuerzo de seguir un año más en el filial, asegurando que sería recompensado en el futuro. Esto lo reconoció el propio presidente en una rueda de prensa. 

La recompensa que recibió Borja Iglesias por parte del presidente céltico fue el fichaje de Maxi Gómez, un delantero joven procedente de Uruguay, que sumaba a Guidetti y Iago Aspas. Borja Iglesias sabía que sus opciones de jugar eran pequeñas, y pidió salir cedido, recalando en el Real Zaragoza, donde se salió, anotando 23 goles en Primera División. Un año después se iría al Espanyol, que pagó los 10 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión. 

Tras completar un gran año en el Espanyol, volvería a ser traspasado, en este caso al Betis, a cambio de 28 millones de euros. Allí jugó hasta el pasado mes de enero, cuando se fue cedido al Bayer Leverkusen, donde tuvo escaso protagonismo en un equipo que iba lanzado hacia el triplete, frustrado finalmente por la derrota en la final de la Europa League ante el Atalanta. Borja Iglesias sumó dos nuevos títulos a su carrera, la Bundesliga y la Copa de Alemania, que se suma a la Copa del Rey ganada con el Betis. 

Para que su regreso sea una realidad ha sido necesario un importante esfuerzo por parte del jugador. Según señala este sábado El Desmarque, el jugador santiagués ha aceptado una reducción notable de sus emolumentos para encajar en los parámetros económicos del Celta. Su intención es regresar a un sitio en el que fue feliz y relanzar su carrera. Señalan también que aceptará el rol de suplente de Douvikas, y que peleará con él por un puesto en el once inicial, sabiendo que de entrada el griego es el que cuenta con más opciones de jugar. Siete años después de su salida se quitará la espina de tener una oportunidad en la primera plantilla del Celta.


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