Foto: RC Celta |
Marco Garcés fue bastante hermético en la rueda de prensa ofrecida esta mañana. Dejó claro que las salidas definirán las posibles entradas, y no quiso entrar demasiado cuando le preguntaron por los perfiles que está buscando el club:
“Hay muchas piezas que se mueven. Las entradas dependen de las salidas. Queremos una plantilla competitiva, queremos fortalecernos, porque queremos más”, señaló, y preguntado por los perfiles se limitó a responder: “Jugadores que puedan jugar bien al fútbol, que puedan jugar bien la pelota, que nos puedan aportar físico y que sean parte de la idea. Ustedes conocen la idea mejor que yo, fútbol de salón y jugones, palabras que me han repetido desde que llegué”, explica.
¿Cómo puede influir la salida de Rafa Benítez, y el imponente finiquito que ha recibido?. Marco Garcés responde: “Ha habido costes importantes, pero esperamos ubicarnos en un presupuesto similar, en un décimo lugar dentro de los límites salariales de LaLiga. Desde que Marián asumió el cargo es poner todo el dinero en el césped”, prometió, y recordó que “estamos activamente en el mercado, pero no estamos obligados a vender”.
Son frases muy bonitas, y tenemos la esperanza de que así sea. La propia Marián Mouriño reconoce, a la luz de estas declaraciones, que antes no se hacía así, algo que era evidente, pero que nunca había tenido un reconocimiento oficial por parte de alguien del club. La gran pregunta es si en la próxima Asamblea de Accionistas se presentará un presupuesto que incluya créditos a tipos de interés por debajo del mercado al Grupo GES.
¿Se empleará realmente todo el dinero para el verde?. Cierto que esta temporada el Celta ha firmado el límite salarial más alto de su historia, aunque con el mismo resultado que en años anteriores: Salvación y gracias. Llega el momento de dar un salto de calidad. No es posible luchar siempre por la permanencia teniendo el décimo o undécimo tope salarial de LaLiga. El sitio del club es una salvación tranquila, que se puede complicar algún año, pero que también otro puede permitir luchar por objetivos por encima del club a nivel económico.
Y está bien invertir en la plantilla. Es lo lógico, para eso está un club de fútbol, pero también es importante saber hacerlo. Estos días, que Marián Mouriño recibe elogios por doquier, está bien constatar que con el presupuesto más alto de la historia hizo lo mismo que su padre en los últimos años, y que la principal labor de un presidente de un club de fútbol son los éxitos deportivos.
Cuando nos venden el éxito de estar 13 temporadas seguidas en Primera, olvidan cuál ha sido el proceso para llegar hasta aquí. La gestión del club tras la marcha de Berizzo ha sido preocupante, y no nos engañemos, si el Celta sigue en Primera no es por la gestión de Príncipe, sino porque Iago Aspas quiere jugar aquí cobrando muy por debajo de su valor de mercado.
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