Iago Aspas, otro año siendo decisivo


Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo

Hubo quien dio por finiquitada la carrera de Iago Aspas esta temporada, pero el moañés está lejos de su final, al menos su atendemos a sus cifras. El capitán céltico logró finalizar el curso sin lesiones, acumulando bastantes minutos y con unos datos espectaculares: 9 goles y 10 asistencias, muy cerca de las dobles figuras. 

Está claro que a sus 36 años ya no tiene la chispa que tenía con 26, pero hoy es un jugador mucho más inteligente que aquel, que suple con su talento la rapidez y la frescura que la edad le ha ido quitando. Si a eso unimos las horrorosas planificaciones que nos regala año tras año el club, el resultado es que sigue siendo tan determinante como siempre. 

A sus extraordinarias cifras es necesario unir los intangibles, esos que no cuentan para las estadísticas. En el partido de Granada no contabilizó ningún gol ni tampoco asistencias, pero fue fundamental en los dos goles dando el pase que aclaraba la jugada. Esa es una virtud en la que ha ido creciendo con los años. Su facilidad para mejorar cada balón que recibe, para hacer que el juego del equipo fluya ofensivamente. 

Ayer es un buen ejemplo de lo que es Aspas para este equipo. En el momento que salió del campo se acabó el Celta en ataque. Hay un Celta con él en el campo y otro sin él. Son incontables las permanencias que le debe el celtismo. La lograda este año es otra más. Ojalá el próximo curso mantenga el nivel. Los años pasan y el inexorable fin de su carrera está cada día un poco más cerca. Tenemos que asumirlo, y mientras no llega disfrutar cada partido suyo como si fuese el último. 

Será difícil, sino imposible, tener a un jugador de su talento durante tanto tiempo. Podremos tener a jugadores muy buenos, incluso mejores que él, pero no duraran tanto. Esta rareza que hemos vivido durante los últimos años es tan inusual como maravillosa, y está sirviendo para colocar en el mapa al Celta. No hay niño en este país que no conozca a Aspas, y alguno se hará celtista solo por él. 

Es una pena que el Celta solo haya aprovechado su figura para lograr permanencias agónicas, que celebramos como un éxito. Hemos dejado escapar una oportunidad única de generar un equipo con mayores aspiraciones en torno a su figura. En todas sus temporadas en el club, solo una acabó con clasificación europea, y prácticamente solo esa con opciones de llegar. El resto de sus campañas nos conformamos con acabar en tierra de nadie como techo. Ojalá el club encuentre un sucesor y la forma de sacarle mayor partido. 



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