Foto: Octavio Passos / Getty Images |
El entrenamiento a puerta abierta del viernes fue una avanzadilla de lo que pudimos ver ayer en Balaídos en cuanto a la relación de Strand Larsen con el celtismo. El delantero noruego es uno de los jugadores más queridos por la afición, y sus declaraciones durante la semana a un medio de su país hicieron caer su popularidad, pero el ariete actuó bien, pidió disculpas, habló de un malentendido, y ha logrado salir más que airoso de la situación.
En la presentación de los jugadores fue bien recibido, pero la prueba de fuego llegó cuando fue retirado del terreno de juego en la segunda mitad, después de un partido bastante discreto, a pesar de que estuvo a punto de marcar un gol en la primera mitad. El atacante recorrió los metros que le separaban de la línea de banda entre una ovación del público, que parece haber entendido las motivaciones del jugador, y ha comprendido que no ha sido él quien se ha puesto en el escaparate, sino el propio club.
Salvo sorpresa, todo apunta a que el noruego está viviendo sus últimos partidos con la camiseta del Celta. Este verano saldrá del club, bien o mal vendido, fruto de la torpeza del club a la hora de tratar este asunto. Pero al menos no se irá mal y convertido en el culpable de la situación. Sigue siendo Xurxo, y Balaídos sigue queriéndolo.
0 comments:
Publicar un comentario