Foto: Atlántico |
El pasado domingo Iago Aspas vio desde el banquillo la victoria del Celta en El Sadar. La última vez que el moañés se perdió un partido sin estar lesionado o sancionado fue en Villarreal en el año 2021, y curiosamente también ganó el Celta, aunque este dato es un tanto engañoso. A aquel partido llegaba tocado, por eso fue suplente, por precaución. Dado que el equipo de Coudet ya estaba salvado y el marcador siempre fue favorable, el técnico argentino optó por reservarlo.
Por lo tanto, la situación que vivió el domingo Iago Aspas fue inédita desde su regreso al Celta. Nunca se había perdido un partido por decisión técnica, sin que el motivo fuese una rotación masiva para dar descanso a los titulares. Incluso en este tipo de encuentro solía tener minutos en las segundas mitades.
La apuesta de Rafa Benítez resultó un tanto sorprendente, ya que Aspas había partido casi siempre de titular esta temporada en la competición de la regularidad, pero el ultradefensivo sistema del preparador madrileño le obligaba a apostar por uno de los tres delanteros, y el elegido fue Strand Larsen, que además premió a su técnico con un gol. En la segunda mitad el noruego tuvo que salir del terreno de juego por problemas físicos y el elegido fue Douvikas, que también obsequió a su técnico con un gol.
¿Ha llegado la suplencia de Aspas para quedarse?. Seguramente es algo que solo sabe el bueno de Rafa Benítez, y es muy probable que en la rueda de prensa previa al duelo ante el Getafe sea uno de los temas estrellas de su comparecencia. Iago Aspas no es un jugador cualquiera. Es una leyenda viviente del Celta, un futbolista como pocos, probablemente el mejor de la historia, y seguramente el jugador más grande que veremos todos los que hoy estamos aquí.
Es evidente también que el tiempo pasa de forma irremediable. Por detrás vienen pisando fuerte otras generaciones. Del mismo modo es evidente que Aspas aún tiene mucho fútbol en sus botas, y que sigue siendo uno de los mejores jugadores del equipo, por lo que su concurso será todavía muy útil en lo que resta de temporada. Es un tema que Benítez tiene que tratar con mucho tacto. Entendemos sus decisiones, pero es imprescindible que haga partícipe a Aspas de todas ellas.
En las próximas jornadas comprobaremos si la suplencia de Aspas en Pamplona ha sido algo circunstancial o fruto de un cambio de status del capitán celeste en el equipo. Es un tema muy delicado que le puede explotar en la cara a Benítez. Mientras los resultados acompañen cualquier decisión será aplaudida, pero si no es así podría llegar a ser un problema para el técnico celeste.
0 comments:
Publicar un comentario