Foto: Noticias de Navarra |
Óscar Mingueza ha sufrido una curiosa transformación desde su llegada al Celta. El catalán llegó a Vigo en el verano de 2022, en principio como un refuerzo para el centro de la zaga, con la polivalencia por bandera, ya que también podía actuar como lateral por ambos costados, especialmente por el derecho.
Realmente nunca llegó a jugar de central. Tanto para Coudet como para Carvalhal fue lateral derecho desde el minuto uno, adelantando a Kevin de la rotación y llegando a desbancar al dueño del flanco derecho de la zaga durante más de una década, Hugo Mallo, que en su última temporada tuvo un serio competidor por la titularidad.
Esta campaña, ya totalmente asentado como lateral derecho, ha vuelto a sufrir otra transformación que con la llegada de Manquillo seguramente llegue para quedarse. Benítez ya probó a Mingueza como extremo derecho, o más bien como interior, ya que tiene tendencia a irse hacia el medio. De hecho en muchas ocasiones se incrusta en la zona de los mediocentros, donde se ha mostrado como un futbolista más que válido.
Desde esa posición en la derecha le da a Benítez algo muy parecido a lo que hacía Juan Carlos Unzué con Wass, un futbolista interior, al que situaba en banda aprovechando su inteligencia futbolística para aparecer por banda cuando era necesario e irse al medio para dar espacio a Hugo Mallo en sus subidas por la banda.
Veremos cómo evoluciona el equipo en las próximas jornadas, pero tras el rotundo triunfo logrado en El Sadar es posible que tenga continuidad al menos ante el Getafe. Benítez probó a Kevin durante varias jornadas, pero no acabó de convencerle, por eso Mingueza regresó al lateral. Ahora Javier Manquillo le da una segunda oportunidad al experimento, que cada vez lo es menos, de Mingueza en posiciones más avanzadas.
0 comments:
Publicar un comentario