Diego Alves tuvo un efímero paso por el Celta. El guardameta se incorporó al club vigués para sustituir al lesionado Agustín Marchesín, fichando fuera de mercado al tratarse de un agente libre. Llegó a Vigo el 8 de febrero, y dos meses después sufrió una lesión grave en la rodilla, abandonando el club definitivamente el 15 de abril del mismo año. Su paso por el Celta fue tan breve que no llegó a disputar un solo minuto.
Tras abandonar el Celta regresó a su país natal para recuperarse de su lesión, algo de lo que ha presumido en sus redes sociales casi un año después, agradeciendo a los recuperadores que han trabajado con él durante estos meses.
Ya recuperado, y con casi 39 años de edad deshojará la margarita de su continuidad en el fútbol. No tiene equipo, pero oficialmente no está todavía retirado.
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