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| Foto: Miguel Riopa / Getty Images |
Tadeo Allende vivió este sábado su debut y primera titularidad en Balaídos. El argentino se benefició del cambio de esquema de Rafa Benítez, que regresó a la pareja de centrales y de la lesión de Manquillo, que obligó al preparador madrileño a retrasar la posición de Mingueza, liberando la posición del catalán en el extremo derecho.
El futbolista argentino es transparente. No fueron necesarios demasiados minutos para comprender qué tipo de jugador es sobre el terreno de juego. Su despliegue físico es notable y se vislumbra una gran capacidad táctica, algo que quedó reflejado en la acción en la que vio una tarjeta amarilla por parar una contra en la zona del lateral izquierdo céltico, es decir la totalmente opuesta a la que ocupaba Allende sobre el campo.
Tiene capacidad para la combinación, aunque le falta un mayor conocimiento de los movimientos de sus compañeros, algo que ganará con el tiempo, así como la adaptación al ritmo del fútbol español, algo que quedó en evidencia en una acción en la que recibió un balón y cuando quiso revolverse le había robado la cartera Cancelo. Esto necesita un lógico periodo de adaptación, que seguramente se agilizará por su inteligencia táctica.
Acertar con los fichajes no es sencillo, pero a priori da la sensación de que 4,5 millones de euros por este futbolista puede ser una gran inversión. Será el tiempo quien dictamine si lo fue o no, pero las primeras sensaciones de Allende como jugador celeste invitan al optimismo, y el golazo anotado ante el Getafe seguro que le ayuda en ese proceso de adaptación con una buena dosis de confianza.
Un buen síntoma es que parece tener el favor de la afición, a juzgar por la despedida que le brindó el público cuando tuvo que ser sustituido. El argentino se marchó entre aplausos del celtismo, que agradeció su esfuerzo y valoró todas sus acciones positivas.
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