Almería, un partido trampa


Foto: EFE

Normalmente enfrentarse al colista de LaLiga, prácticamente sin opciones de salvación y que acumula 29 partidos sin conocer la victoria,  debería ser motivo para encarar el encuentro con la suficiente confianza de poder sacar algo positivo. No es el caso que nos ocupa, ya que este Celta ha demostrado su capacidad para no cumplir ningún tipo de expectativa, y este es en concreto uno de esos partidos trampa susceptibles de provocar una nueva decepción entre la afición. 

La clasificación del Almería es totalmente engañosa. No tanto por la posición que ocupa por la tabla, sino por el escaso botín de puntos que ha acumulado, bastante por debajo de sus méritos. Garitano tomó el equipo tras los malos resultados del comienzo de curso, y a pesar de que todavía no ha conseguido ganar, ha mejorado al equipo, que también se ha beneficiado con los fichajes realizados durante el mercado de invierno. 

El cuadro andaluz llega a este partido con una racha pésima de encuentros sin ganar, pero a la vez acumula tres partidos sin conocer la derrota, el último ante el Atlético de Madrid, en el que seguramente mereció mejor resultado. Pero este partido no fue el único en el que por méritos debería haber sacado algo más. Sin ir más lejos jugó un partido casi perfecto en el Bernabéu, pero fue duramente golpeado por los errores arbitrales. 

Uno de los fichajes de invierno, Luka Romero, famoso hace unas temporadas por batir el récord de precocidad a la hora de debutar en Primera División, cuando pertenecía al Mallorca, marcó dos golazos ante el Atlético, aunque en aquel encuentro también sufrió una lesión muscular que le convierte en duda para este partido. El segundo gol llegó tras un pase de Jonathan Viera, otro de los refuerzos invernales. 

La conclusión es que este Almería no es lo que parece. No es el típico colista desahuciado que se ha entregado y deambula por la categoría a la espera de que se confirme su inevitable descenso. Es cierto que la salvación es casi imposible, pero no ha bajado los brazos, y ante este Celta cualquier equipo puede dar la sorpresa. 

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