Foto: EFE |
El Celta se ha llevado con justicia la eliminatoria de octavos de final ante el Valencia asaltando Mestalla con la segunda unidad. Rafa Benítez alineó un equipo con muchas novedades respecto al último partido de Liga, y acabó imponiéndose gracias a un golazo de Luca de la Torre y un doblete, otro más, de Douvikas, que le permiten llegar a los cuartos de final de la competición siete años después.
El once de Rafa Benítez estuvo plagado de jugadores con la vitola de suplentes, futbolistas poco habituales con Iván Villar en portería, defensa para Kevin, Starfelt, Carlos Domínguz y Ristic. Por delante de ellos Fran Beltrán y Hugo Sotelo, con Miguel Rodríguez y De la Torre por las bandas. Arriba Swedberg y Douvikas.
El partido fue muy igualado en los primeros compases, con un Valencia muy agresivo buscando poner tierra de por medio, pero el que se encontró con el primer gol fue el Celta, después de un córner despejado por el guardameta, Kevin prolonga y De la Torre anota el 0-1 con el tacón. Un recurso fantástico, lo que pedía la jugada, para dibujar un gol precioso.
Y en la siguiente jugada llegaría el 0-2, después de una acción de Miguel Rodríguez anticipándose a un rival y provocando un penalti indiscutible. Douvikas, con enorme sangre fría, lo transformó poniendo el 0-2 en el marcador.
El Celta había conseguido dos goles de ventaja en menos de un cuarto de hora, algo extraordinariamente positivo, que tenía una lectura no tan destacable: Por delante quedaban 75 minutos de partido, pero el Celta leyó bien el partido y no se echó totalmente atrás, dejando claro que a la contra era capaz de hacer mucho daño. De tal modo avisó, primero por medio de Miguel Rodríguez y después por medio de Douvikas.
El Valencia apenas era capaz de generar peligro real, pero en una acción aislada se encontró con un penalti bastante inocente de Carlos Domínguez, que despejó un balón con el codo. De Burgos inicialmente no lo sancionó, pero a instancias del VAR fue a revisar la acción a un monitor y señaló la pena máxima, que no admite discusión. Pepelu la transformó sin problema poniendo el 1-2 en el marcador.
Fue ahí cuando el Valencia se vino arriba, y el Celta empezó a sufrir. Los últimos minutos de la primera parte fueron complejos, con muchas llegadas del Valencia, que si bien no acababa de estar acertado, si daba la sensación de que en cualquier acción podía llegar el gol del empate. Y pudo llegar de no ser por un salvador Swedberg, que salvó debajo de los palos el empate a dos al borde del descanso con un Iván Villar vencido.
La segunda parte comenzó con la misma locura con la que había terminado la primera. El Celta no descartaba las contras, y el Valencia seguía atascado. Varios córners muy bien sacados por parte de Pepelu llevaron la zozobra a la defensa céltica. Al Valencia le faltaba juego, pero los nervios de Iván Villar, y alguna indecisión defensiva podían cambiar el rumbo del encuentro.
Un poco antes del ecuador de la segunda mitad Rafa Benítez realizó los dos primeros cambios, retirando a los dos laterales para dar entrada a Mingueza y Manu Sánchez. El Celta estaba sufriendo por las bandas, y el técnico madrileño optó por refrescar esta posición. Posteriormente entraría al campo Tapia, en lugar de Beltrán.
El internacional peruano sería clave en el tercer gol, con un pase picado a De la Torre, que puso un centro al corazón del área para que Douvikas diese nuevamente muestras de su enorme olfato goleador para poner el 1-3 con un cabezazo al que no pudo llegar Jaume Domenech.
Fue el tiro de gracia del Celta, que con este tanto cerró la eliminatoria, ya que el Valencia no tuvo capacidad de reacción. En los últimos minutos saltaron al terreno de juego Hugo Álvarez y Jailson. El marcador no se movería y señalaría un 1-3 que coloca al Celta en cuartos de final. El próximo viernes los de Benítez conocerán a su rival en la antepenúltima ronda de la competición.
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