Los refuerzos del Celta tienen que ser comunitarios


Foto: Atlántico Diario

El Celta  enfrenta un desafío en el mercado de fichajes de enero, ya que la situación contractual de Renato Tapia y Franco Cervi, junto con la reciente llegada de Jailson Marques, ha dejado agotadas las plazas para jugadores extracomunitarios, según recuerda hoy el diario Atlántico.  Cuando Tapia llegó a Vigo en 2020, se esperaba que pronto obtuviera la nacionalidad neerlandesa, mientras que la llegada de Cervi en 2021 despertó la esperanza de obtener la nacionalidad portuguesa. Sin embargo, tres y dos años y medio después, respectivamente, ambos jugadores aún ocupan plazas de no comunitarios.

Las gestiones para obtener la nacionalidad en sus países de residencia anterior no se realizaron con la suficiente previsión, obligando a Tapia y Cervi a buscar la nacionalización en España mientras visten la camiseta del Celta. Este proceso se ha vuelto más complicado en los últimos años, lo que añade una capa adicional de complejidad a la situación del equipo gallego.

La perspectiva de obtener la nacionalidad también afecta las negociaciones para renovar el contrato de Tapia, que expira en junio. Aunque se discute su continuidad en Vigo, su actual condición de no comunitario plantea un desafío para el club. Cervi, con contrato hasta 2026, y Jailson, con un acuerdo hasta 2025, completan el cupo de extranjeros en el equipo.

La posibilidad de liberar una plaza de no comunitario se plantea si alguno de los tres jugadores abandona el equipo. Aunque Cervi podría tener opciones de salida en enero, el Celta parece reticente a desprenderse de él a menos que el mercado lo convenza. El club vigués se encuentra así ante la necesidad de encontrar refuerzos comunitarios para equilibrar su plantilla en este mercado de invierno.

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