El próximo 11 de julio de 2024, el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona será escenario de un juicio que ha captado la atención pública, involucrando al ex capitán del Celta de Vigo y actual jugador del Internacional de Porto Alegre brasileño, Hugo Mallo. La acusación gira en torno a un presunto delito de abuso sexual cometido el 24 de abril de 2019, en el estadio de Cornellà-El Prat, momentos antes del partido entre Espanyol y Celta correspondiente a la trigésimocuarta jornada de la Liga 2018-19.
La denuncia, presentada por la presunta víctima, identificada como Ana, sostiene que Mallo realizó tocamientos inapropiados durante el saludo tradicional entre los jugadores de ambos equipos y las mascotas. Aunque inicialmente el caso fue sobreseído en 2019, la apelación de Ana llevó a la revocación del sobreseimiento, lo que condujo al juicio que se llevará a cabo en julio de 2024, según informa el diario AS.
"Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio mano como se hace habitualmente pero cuando llegó a la Sra. Ana, que en ese momento estaba haciendo el papel de la periquita, éste introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos", señala el mencionado diario citando la denuncia presentada al día siguiente.
Tanto la abogada de Ana como la Fiscalía solicitan una pena de 24 meses de multa para Mallo, de acuerdo con el artículo 181.1 del Código Penal español, que aborda actos que atentan contra la libertad o indemnidad sexual sin violencia ni intimidación. El juicio ha generado gran expectación debido a la naturaleza del caso y la relevancia de los implicados.
El proceso judicial también ha destacado por el papel de la presunta víctima, Ana, quien prefirió mantener el anonimato y presentó la denuncia ante los Mossos d’Esquadra al día siguiente de los hechos. Las imágenes en vídeo del incidente, aportadas por diferentes partes, se presentarán como prueba durante el juicio, junto con los testimonios de testigos y declaraciones de las partes involucradas.
La polémica en torno a este caso ha trascendido el ámbito judicial, afectando a diversas entidades vinculadas al fútbol, como el Espanyol, que fue informado personalmente por Ana, el Celta, que abordó el asunto en privado con Mallo, y la empresa de seguridad que contrataba a Ana como mascota. Este juicio destaca la necesidad de abordar adecuadamente los casos de abuso en el deporte y las implicaciones que pueden tener tanto para los involucrados como para las instituciones relacionadas.
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