El Celta venció el pasado sábado al Granada (1-0) en un partido trascendental en la lucha por la salvación. Lo hizo dejando la portería a cero, algo que suele gustar mucho a los entrenadores, algo que el propio Benítez reconoció al término del partido: “"Me gusta quedar 1-0, pero me gusta más 3-0, y entre 4-3 y 1-0 me quedaré con el 1-0 porque significa que mi equipo lo ha hecho bien en lo defensivo y hemos hecho lo suficiente para marcar gol”.
El preparador madrileño se mostraba satisfecho por la solidez que ha alcanzado el Celta en los últimos partidos, con tres porterías a cero en cuatro enfrentamientos, ante Valencia, Rayo Vallecano y Granada. En estos encuentros solo encajó un gol frente al Cádiz.
Señala Óscar Méndez en Relevo que esta solidez está convenciendo al Consejo de Administración del club y a la plantilla. Según estas informaciones los jugadores creen en la idea del entrenador, y considera a Rafa Benítez como el hombre idóneo para liderar al equipo desde el banquillo. El siguiente objetivo para el equipo es afinar de cara a puerta, un problema que el preparador madrileño ha señalado desde los primeros partidos de Liga.
Falta por confirmar que la mejoría en defensa es estructural y no circunstancial. Recordemos que desde el parón los rivales han sido equipos de la zona media y baja de la clasificación. En el anterior ciclo de partidos, midiéndose a equipos como Athletic Club o Atlético de Madrid el equipo hizo aguas en defensa. Este miércoles puede ser una buena prueba ante un Villarreal, que a pesa de ocupar la zona baja de la tabla tiene mucho potencial en ataque.
Otra asunto diferente es la relación con la afición. El pasado sábado, cuando se anunciaron las alineaciones por megafonía se produjo una pitada importante cuando se mencionó el nombre de Rafa Benítez. El triunfo ante el Granada seguramente aliviará las tensiones, pero la relación sigue siendo complicada.
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