Los partidos de selecciones nacionales son mirados con recelo por los aficionados, temerosos de que el Virus FIFA le deje sin alguno de sus mejores jugadores. El Celta lo padeció en muchas ocasiones, recordemos el caso de Marcelo Díaz, que se lesionaba cada vez que se iba con su selección, y para cuando se recuperaba llegaba otro parón y se iniciaba nuevamente el círculo vicioso.
Casos más recientes son los de Tapia, que durante una temporada sufrió mucho, tanto que Eduardo Coudet llegó a decir que el Celta era su "taller", y por supuesto el penoso caso de Joseph Aidoo, que en un amistoso con la selección ghanesa se fracturó el tendón de Aquiles.
Esta es la parte mala de los partidos de selecciones nacionales, pero también tienen cosas muy positivas para los jugadores y para los clubes. En primer lugar por la experiencia que aporta al futbolista disputar partidos a alto nivel con sus respectivas selecciones, y también la confianza que pueden ganar al medirse a otras selecciones y hacerlo bien.
En este parón los jugadores del Celta no tuvieron excesivo protagonismo, pero uno de ellos se coronó. Strand Larsen aprovechó a la perfección los minutos. Fue titular en el primer partido, que fue un amistoso, y el domingo ante Escocia. El ariete céltico tenía la siempre complicada misión de hacer olvidar a Haaland, que no jugó por lesión, y respondió con un gol y una asistencia. En total anotó 2 goles y dio una asistencia en los dos encuentros, por lo que llegará pletórico al partido del próximo sábado frente al Valencia.
El ariete noruego está siendo uno de los futbolistas más destacados del Celta esta campaña, pero sigue teniendo la asignatura pendiente del gol. Marca, pero debería hacerlo más por todo lo que genera y las ocasiones de las que dispone. La confianza es clave para un delantero, y la esperanza del celtismo es que, cuanto antes, la demuestre en el terreno de juego.
0 comments:
Publicar un comentario