Los celtistas más veteranos seguramente recuerdan a uno de esos jugadores con mucha clase que no lograron triunfar como deberían en el Celta. Fabiano Soares defendió la camiseta del Celta entre 1988 y 1992, disputando un total de 114 partidos oficiales, en los cuales anotó 17 goles. Fue uno de los jugadores importantes en el ascenso de 1992.
Después de ascender a Primera División, no logró llegar a un acuerdo para su renovación y terminó fichando por el Compostela, club con el cual los aficionados de LaLiga lo asocian por su excelente rendimiento en el club santiagués durante las once temporadas que pasó en San Lázaro, destacando especialmente en las cuatro temporadas del club albiceleste en Primera División.
Tras finalizar su carrera como futbolista, comenzó a dirigir desde el banquillo. Su primera experiencia fue en el Bergantiños, luego entrenó al Compostela y al Estradense. En 2011, fichó por el Estoril Praia, siendo asistente de Marco Silva, José Couceiro y posteriormente de Vinicius Eutrópio. Después de cuatro años como asistente, asumió el cargo de entrenador principal del club portugués, posición que ocupó durante más de un año.
En 2017, regresó a su Brasil natal para dirigir al Atlético Paranaense. Posteriormente, dirigió al Jeonam Dagons en la segunda división japonesa en 2019. Tras más de un año sin entrenar, dirigió brevemente al Barra y en 2022 al Vitória. La temporada pasada volvió al Compostela, a quien dirigió hasta el mes de marzo, cuando fue destituido debido a los resultados.
En los últimos días, ha sido noticia por ser nombrado nuevo entrenador del River Atlético Clube, que compite en la Serie D, la cuarta categoría del fútbol brasileño.
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