Durante el pasado verano, tras el despido unilateral de Santi Mina por parte del club, se alcanzó un acuerdo económico entre ambas partes para evitar un potencial litigio por despido improcedente. Este acuerdo se tradujo en un desembolso económico significativo por parte del Celta, cifrado en 4 millones de euros. Esta cantidad se incluyó en la partida de indemnizaciones reflejada en las cuentas del club. La relación laboral entre el canterano celeste y el club ha llegado a su fin, y ambas partes han tomado caminos separados.
Cabe señalar que el desembolso millonario del Celta no implica una absolución de las acusaciones contra Santi Mina. El caso ha avanzado a la instancia judicial más alta, el Tribunal Supremo, donde ambas partes buscarán ratificar o anular la condena impuesta por los tribunales inferiores. Este desarrollo legal añade un elemento adicional de incertidumbre al ya controvertido episodio, dejando en manos de la justicia la última palabra sobre el destino del futbolista y la resolución definitiva del caso Mina.
El acuerdo económico entre Santi Mina y el Celta de Vigo no solo puso fin a su relación laboral, sino que también marcó el inicio de un capítulo legal que está lejos de concluir. La atención ahora se centra en el Tribunal Supremo, donde se determinará la validez de la condena y se arrojará luz sobre el futuro del futbolista.
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