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| Foto: EFE |
El relevo en la presidencia del Celta todavía no es oficial, pero de facto ya se ha producido hace un tiempo. Muchas de las decisiones tomadas este verano, con profundos cambios en la planta noble de Príncipe, han llevado el sello de Marián Mouriño, que ante la ausencia de su padre en el partido disputado ayer por el Celta en el Olímpico Lluis Companys, ejerció como presidenta.
En temporadas anteriores cuando el Presidente céltico no podía viajar con el equipo, en este caso por estar fuera de España, era uno de los Consejeros quien asumió la representación céltica, pero en este caso fue la hija del presidente, que ejerció como directora general interina tras la marcha de Antonio Chaves.
Ayer fue, a todos los efectos, la presidenta del Celta, tanto en la comida de directivas como en el palco, donde ocupó una plaza al lado del presidente barcelonista, Joan Laporta. Según las últimas informaciones el relevo se producirá de forma oficial en la Asamblea de accionistas, que suele celebrarse a finales de noviembre o principios de diciembre. Ese será el punto final a más de 17 años de presidencia de Carlos Mouriño, el dirigente más longevo en la centenaria historia del club.
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