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| Foto: Marta G. Brea / Faro de Vigo |
Mihailo Ristic fue la gran novedad en el once inicial del Celta. Rafa Benítez apostó de inicio por el serbobosnio que debutaba vestido de celeste ante su afición. El partido tuvo de todo para el nuevo jugador céltico, que acabó el encuentro con un aparatoso vendaje tras una contusión en la cabeza.
Pero al margen de esta anécdota, las sensaciones que dejó, bajo mi punto de vista, fueron bastante interesantes, especialmente en la primera mitad, donde estuvo bastante incisivo en ataque, aprovechando su posición de carrilero, que encaja a la perfección con sus características como futbolista. Mostró bastante buen entendimiento con sus compañeros a pesar de los pocos entrenamientos que ha compartido con ellos, en especial con Bamba, que acaba de regresar tras estar con su selección.
En la segunda mitad, especialmente en los últimos minutos, su rendimiento bajó ligeramente, quizás porque acusó cierto cansancio, aunque Benítez no consideró sustituirle, a pesar de que tuvo la posibilidad de realizar un cambio más. Manu Sánchez se quedó sin jugar por primera vez en lo que va de temporada, en lo que parece un mensaje del técnico madrileño, que no acaba de confiar en su paisano, y en cambio sí tener toda la confianza del mundo en Mihailo Ristic, aunque es algo que será el tiempo quien se encargue de confirmar.
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