Cada 1 de agosto el celtismo echa cuentas de los años que cumple Iago Aspas. Aunque nos gustaría parar el tiempo es inevitable que pase, y cada año es una losa en las piernas de la estrella céltica, que este martes ha cumplido 36 años, muchos de ellos al servicio del Celta.
La mejor noticia es que Iago Aspas parece empeñado en luchar contra el paso del tiempo. Los magos cumplen años, pero sus trucos de ilusionista nos hacen ver que no es así. La pasada temporada fue un golpe de realidad para el celtismo por los malditos problemas en la espalda, que le lastraron en la recta final. Sin Aspas al cien por cien, el equipo se desmoronó.
El Celta lleva años esperando los milagros de Aspas como única estrategia. Desde el año 2009, cuando su doblete salvador evitó males mayores en una temporada aciaga que nos pudo costar el descenso, hasta el año de A Nosa Reconquista, pasando por los fantásticos años de Europa League y dos semifinales consecutivas en la Copa del Rey. O cuando destrozó la cadera de Colotto, o cuando fue clave en el último ascenso. Siempre él, y casi siempre solo él.
Hoy Iago Aspas cumple 36 años convertido en una leyenda viva del Celta. Son muchos los que sostienen -o sostenemos- que es el mejor jugador de la historia. Y sigue ahí. El pasado sábado lo vimos en Balaídos, y el 13 de agosto volveremos a verlo sobre el verde. Es una de nuestras grandes ilusiones, orgullosos como estamos de poder contarle a nuestros nietos que vimos jugar a Iago Aspas, que lo vimos llegar y marcharse, y que la vida siguió, o eso esperamos.
Así que abrimos este espacio para que felicitéis el cumpleaños de la estrella del Celta, y que compartáis la primera palabra que se os ocurre cuando pensáis en Iago Aspas.
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