Como era previsible Gabri Veiga no fue titular. El canterano no salió de inicio, pero tuvo su oportunidad en los últimos minutos del partido. Su entrada al campo generó gran euforia en Balaídos, pero nada más entrar llegó el segundo gol de Osasuna que dejaba visto para sentencia el partido.
Balaídos volvió a dictar sentencia, cantando el clásico "Gabri sí, Mouriño no", que ya entonó el estadio celeste en las últimas jornadas de la pasada temporada, aunque de poco va a servir porque el de O Porriño tiene pie y medio en el Napoli italiano. En el que puede ser su último partido como jugador del Celta tuvo el honor de lucir el brazalete de capitán, que recogió cuando Iago Aspas se marchó del terreno de juego. No es uno de los capitanes, pero tuvo en sus manos el brazalete y no se lo pensó, aprovechando la que puede ser su única oportunidad de portarlo.
Al final del encuentro recibió un baño de masas por parte de la afición celeste, que esperaba con ansia a la salida del estadio para fotografiarse con él y pedirle autógrafos. Según relata El Desmarque no fueron pocos los aficionados que le preguntaron por su futuro. La paciente respuesta del canterano siempre fue la misma: "No lo sé". Su sueño de seguir vestido de celeste se ha ido difuminando, aunque tendrá la oportunidad de jugar en un equipo ambicioso, algo que no tendría en Vigo, y que es el actual campeón de la Serie A.
0 comments:
Publicar un comentario