El 23 de agosto de 1923 las directivas de los dos mejores equipos de Galicia decidieron unir sus fuerzas. Se ponía fin así a tres lustros de rivalidad deportiva entre Vigo Sporting y Fortuna, que habían protagonizado duelos deportivos por la supremacía del fútbol gallego. Hartos de fracasar en la Copa, cuando se medían a equipos catalanes, vascos y madrileños, decidieron unir sus fuerzas dando lugar al Real Club Celta de Vigo.
Real, porque heredaba la concesión de la corona que habían conseguido sus predecesores, y Celta, porque ese fue el nombre elegido para un club que nació con la finalidad y el objetivo de representar a Galicia. Por eso también los colores elegidos fueron el celeste y el blanco, aunque en los primeros encuentros lució de rojo y negro.
Aquel 23 de agosto, aún sin saberlo, estaba naciendo una de las entidades más importantes de Galicia, y el club gallego que más veces ha participado en la máxima categoría del fútbol español. El equipo que, cien años después, sigue siendo el primero representante del grupo galaico, con ese objetivo todavía por conseguir de alcanzar un título.
Termina un siglo de vida, pero empieza otro. Ninguno de nosotros estará aquí para cuando se celebre el bicentenario, pero si estaremos, al menos todo lo que podamos, en este segundo siglo de nuestro club. El futuro es ilusionante, y así tenemos que tomarlo. Cien años no es nada. Y los próximos cien tampoco lo serán. Ojalá mantengamos viva esta ilusión que genera cada partido de nuestro club. Ojalá que los próximos domingos tengamos suerte, porque como dice la canción "non sei se podo vivir sen ti, pero ise éme igual. Non o quero probar".
Desde esta humilde web quiero aprovechar para felicitaros a todos por este centenario, un momento único en la historia del club, que ojalá os llene de ilusión y felicidad. Y que todos juntos celebremos mucho más aniversarios.
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