Foto: Johan Eycknes / Getty Images |
El excéltico Dennis Eckert se ha convertido en la revelación de las primeras jornadas de la liga belga. El hispano-alemán milita en el histórico Union Saint-Gilloise, que el pasado curso se quedó a las puertas de convertirse en campeón de liga 88 años después de su último título.
En esa campaña las lesiones menoscabaron el rendimiento de Eckert, que apenas disputó 8 encuentros, anotando 2 goles. Esta temporada, totalmente recuperado de las dolencias que le lastraron el pasado curso, ha arrancado el campeonato como una moto, anotando 4 goles en 3 partidos, ayudando a que su equipo lidera la tabla con 9 puntos, los mismos que el Gent, y 2 por encima del Antwerp, que le birló el título el pasado año en el descuento.
Dennis Eckert perteneció al Celta entre 2017 y 2019. Llegó para incorporarse al filial, con el que marcó 8 goles en su primera campaña, y se ganó una oportunidad con el primer equipo en la siguiente temporada, disputando 10 partidos oficiales. Al final de esa campaña militó en el Excelsior de la Eredivisie, y en 2019 regresó a su país natal, Alemania, donde militó tres temporadas en el Inglostadt 04, las dos primeras campañas en la Bundesliga 3, y la última en la segunda categoría del fútbol alemán.
La historia de Dennis Eckert es curiosa, ya que a pesar de nacer en Bonn (Alemania) es de origen español por parte de su madre, natural de Tui. Por herencia de su familia se convirtió en un celtista más, con dotes para jugar al fútbol, y que soñaba con defender la camiseta celeste algún día. No es fácil, y más si juegas en Alemania, pero Eckert lo consiguió. Antes de eso tuvo que labrarse su futuro en las filas del Pulheimer, 1.FC Köln, Alemannia Aachen y finalmente del Borussia Moenchedgladbach. En ese club se completó su formación, destacando en las categorías inferiores como un gran goleador, marcando 70 goles en 87 partidos con el juvenil.
Su gran temporada ha llamado la atención de los medios, y en declaraciones para el diario AS tuvo palabras de recuerdo para el Celta, que sigue siendo el equipo de su alma: “Disfruté mucho de jugar en el Celta y en el Celta B, pero era muy joven y mentalmente no estaba muy bien, vivía solo y no sabía mucho de ser profesional, en los momentos en los que no jugaba como quería me costó mucho tener bien la cabeza”, reconoce con pesar.
No oculta su deseo de volver a vestir la celeste: “Me encantaría volver, el Celta es mi casa y siempre sería un placer llevar ese escudo”, subraya, mientras asegura que elegir entre la selección española y la alemana sería complicado: “La pregunta es muy difícil, primero porque es muy complicado que me llamen si somos sinceros, pero sería un placer, me daría igual quien me llamara”, concluye.
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