Gente de bien



La eterna polémica en torno al estadio de Balaídos no cesa, como no cesan las disputas entre Concello y Celta. La última viene motivada por la reforma de la grada de Marcador, renombrada por el Concello como Marcador Centenario, y que lo será a su vez por el Celta, que ha pedido a su afición opinión para acabar llamándola en un giro inesperado de los acontecimientos Marcador Afouteza. 

Pero el nombre de la grada es una tontería si lo comparamos con el hecho de que la grada sigue cerrada a pesar de que el Concello asegura que está lista para ser usada. Lo viene diciendo desde el mes de marzo, donde quizás no era así, pero resulta realmente sorprendente que a día de hoy el club ni se plantee ponerla en marcha. 

Abel Caballero volvió a asegurarlo durante el programa Vigo de Cerca que presenta Paula Montes en TeleVigo: “Hubo unas visitas allí de aficionados que quedaron encantados con la grada de Marcador, que nadie se explica por qué no se pone en uso”, 

Como bien dice el Alcalde, las personas que acudieron a la visita guiada realizada por el Concello el pasado jueves aseguran que la grada debería estar disponible para los aficionados. ¿Cuál es el motivo por el que el Celta no la abre?. Desde el club se alega que la grada no presenta condiciones de seguridad, o que LaLiga no permite su apertura. Es bastante dudoso este argumento. Los tornos están instalados y las gradas de Tribuna y Río se llenaron de aficionados con menos seguridad de la que actualmente hay en Marcador.  Recientemente la afición del Celta visitó el Bernabéu, con gradas abiertas en peores condiciones que la actual de Marcador. 

Y a la vista de esta situación surge una pregunta interesante: ¿Si no hubiese elecciones municipales se hubiera abierto ya la grada?. Es una pregunta terrible porque si la respuesta es sí significaría que nuestro club está tomando decisiones para beneficiar a un partido político, el Popular en concreto, que perjudican al equipo y a la afición. Si es ese el motivo y nos jugamos la vida ante el Valencia con una grada que podría empujar al equipo totalmente vacía solo para que un partido arañe algunos votos y así perjudicar a un rival sería uno de los hechos más lamentables en la centenaria historia del club. 

Como siempre confiamos en la buena intención de las personas, y estamos convencidos de que Carlos Mouriño es gente de bien y no está usando a una de las empresas de su grupo empresarial para beneficiar a un partido político, vamos a pensar que en Casa Celta han creído que es más cómodo esperar al verano para recolocar a todos los aficionados, y así evitar el follón de tener que contratar personal para la oficina de abonados a mitad de temporada. La España que madruga a veces también se tiene que tomar un respiro. 

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