Nada hacía presagiar que el partido acabase como acabó cuando Paciência se adelantó en el marcador, aunque lo cierto es que no es la primera vez esta temporada en la que los acontecimientos tienen un giro dramático para el Celta. Lo que seguramente nadie esperaba era ver a Hugo Mallo debajo de la portería con los guantes de portero y ejerciendo como tal.
El capitán tuvo que ejercer de cancerbero improvisado en los últimos minutos del encuentro tras la expulsión de Marchesín, que en cierto modo él mismo provocó con un pase muy peligroso al que no llegó el guardameta, que además resolvió la acción de la peor manera posible en una serie de catastróficas desdichas con un imprevisible final. Como ya se habían agotado los cambios, un jugador de campo tuvo que responsabilizarse, y no fue otro que el capitán.
Hugo Mallo se colocó los guantes y aunque estuvo muy poco tiempo debajo de los palos no le faltó trabajo. El Espanyol, consciente de que el que ejercía como tal no era portero, buscó la portería para marcar ese gol que dejaría el partido totalmente sentenciado, si no lo estaba ya. Y lo logró con un gran disparo de Melamed, pero Hugo Mallo tuvo tiempo para realizar dos buenas intervenciones, especialmente la primera, en la que repelió un potente, aunque poco preciso disparo de un delantero espanyolista.
No es muy habitual ver a un jugador de campo defendiendo la portería celeste, de hecho no sucedía desde el año 2005, según informa la cuenta de Twitter Afouteza e Corazón, cuando Sergio Fernández se vio obligado a hacerlo. Antes lo había hecho Chemo del Solar en 1997, y la anterior ocasión había sido Gabriel Alonso, en el lejano 1948.
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