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| Foto: EFE |
Gabri Veiga fue el gran protagonista del partido disputado por el Celta esta tarde en Almería. El centrocampista volvió a ser titular en el centro del campo, y vivió cinco minutos muy intensos, los que van del 25 al 30. Su primera aparición fue estelar, con un tremendo golazo tras enganchar un gran disparo desde la frontal del área ante la que nada pudo hacer Fernando.
El porriñés estaba siendo muy activo en el ataque celeste. Su capacidad de llegada y de combinación le estaban convirtiendo seguramente en el mejor hombre sobre el césped hasta que a la media hora de partido una desafortunada acción acabó con su expulsión. Gabri pugnó por un balón, y acabó pisando involuntariamente a un rival.
El árbitro no señaló ningún tipo de infracción, pero a instancias del VAR fue a revisar la acción, y viendo las repeticiones decretó la expulsión del canterano, que dejaba al equipo con uno menos con una hora de juego por delante. El Celta no pudo aguantar, y acabó siendo derrotado por tres goles a uno. Gabri pasaba de héroe a villano involuntario, aunque si alguien tiene que ser el malo de la película es la norma que obliga a la expulsión del jugador céltico.
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