Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo |
Emre Mor fue uno de los jugadores a los que decidió sustituir Óscar García durante la segunda parte del choque ante el Valencia. El internacional turco abandonó el césped visiblemente enfadado, e incluso golpeó con fuerza el banquillo. Posteriormente se fue a una silla en la parte trasera del mismo, manteniendo sus gestos de enfado y rabia.
Las protestas de Emre no iban dirigidas al técnico, sino a sí mismo, según el propio Óscar García reveló tras el partido: “Me ha dicho que está enfadado consigo mismo porque veía que el partido estaba para él, que había espacios y no pudo aprovecharlos. Se sentía frustrado por eso”, manifestó el preparador catalán, en declaraciones recogidas por La Voz de Galicia.
Otra prueba del notable cambio de actitud de Emre Mor, que ha pasado de ser un futbolista indolente a enfadarse consigo mismo a pesar de haber hecho un buen partido. Y es que nada se le puede reprochar al turco-danés, al que solo le faltó el gol, que rondó en varias ocasiones. La más clara fue una acción en la que Nolito prefirió chutar en lugar de buscar un pase hacia el extremo, que se encontraba con todo a su favor para poner el 3-1 en el marcador.
Además se nota que ha crecido a nivel de intensidad y también tácticamente. Uno de los grandes aspectos en los que ha mejorado es la toma de decisiones. Este Emre, que no parece el mismo que se fue a Turquía y Grecia, es un futbolista más inteligente, que decide mejor, y que es capaz de mejorar los balones que recibe. Eso, unido a su trabajo en defensa, le convierten en un futbolista que empieza a ilusionar a la afición celeste.
0 comments:
Publicar un comentario