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| Foto: Gerard Franco |
Al Celta se le hizo la temporada muy larga. Los últimos partidos del curso fueron un suplicio para el castigado equipo de Óscar García, plagado de lesionados, sancionados, y con futbolistas jugando infiltrados. Uno de los casos más graves es el de Hugo Mallo, que jugó con un dedo del pie roto ante el Espanyol, según informa el diario Atlántico.
El capitán celeste, que fue titular en ese encuentro, tenía el tercer metatarsiano roto, y tuvo que ser infiltrado para poder soportar el dolor y disputar los 90 minutos del partido con una férula que le protegía el dedo. Una lesión que arrastraba desde varias semanas atrás.
No fue el único que jugó ese partido cogido con pinzas, ya que también Aidoo y Murillo jugaron infiltrados. La situación era tan preocupante debido a las bajas y los jugadores que eran duda, que Denis Suárez se ofreció para forzar su recuperación y estar disponible para ese encuentro, aunque los médicos le hicieron cambiar de idea ante la alta probabilidad de una recaída.
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